Más de un millón y medio de ciudadanos en Madrid fuman, once millones en España, mil trescientos millones en todo el mundo. Prueban su primer cigarro entre los doce y los trece años de media, a pesar de ser "la droga conocida que menos placer produce". El pasado jueves se celebró, en la sede principal de la AECC, una jornada ante un auditorio de alumnos de 3º y 4º de ESO para explicar cuál es la composición química del tabaco, así como su implicación en la adicción y su nocividad para la salud.
Así, alumnos de 14, 15 y 16 años del colegio María Inmaculada asistieron a una conferencia-debate donde se les explicó, entre otras cuestiones, que el humo del tabaco posee 4.000 sustancias químicas, 200 de las cuales son venenosas y 43 pueden producir cáncer. "La nicotina, que es la sustancia que produce adicción, está en la propia planta del tabaco, no es un aditivo", afirmó el médico especialista en prevención
Santiago Méndez.
De sobra es conocido que fumar es malo. A corto plazo puede producir acné, celulitis, fatiga, mal aliento, dientes amarillos o tos. A largo plazo problemas circulatorios, pulmonares, infertilidad o cáncer. Y es que el 90 por ciento de los cánceres de pulmón o de la cavidad oral se asocian al tabaco. Igual que un 83 por ciento de los de laringe o un 27 por ciento de los del sistema digestivo -esófago, páncreas, etcétera-. "300 personas mueren cada hora en el mundo por fumar", sentenció Méndez.
Además, según el
OncoBarómetro de la asociación, pese a que entre la población predomine la creencia de que la mayoría de tumores son "hereditarios", lo cierto es que, según dice el responsable de la Unidad de Consejo Genético del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, "entre el 90 y el 95 por ciento de los tumores no se heredan". "Sin tabaco desaparecerían el 30 por ciento de los casos de cáncer", agrega el doctor
Luis Paz-Ares, presidente del Comité Técnico Nacional de la AECC.
Dejar de fumar Sin embargo, los fumadores saben que dejar el tabaco no es fácil. Pero no imposible. Los expertos aseguran que la dependencia psicológica y física al cigarrillo dura "de tres a seis semanas". "El llamado síndrome de abstinencia es limitado y tiene tratamiento", dice Méndez. Para dejarlo,
la Unidad de Tabaquismo de la Comunidad de Madrid ofrece un programa gratuito de ayuda, igual que el
Ayuntamiento de Madrid o la
AECC.
El Gobierno de España tampoco ha permanecido impasible. El año pasado se aprobó de hecho la famosa y
polémica ley antitabaco que prohibía fumar en todos los espacios cerrados públicos y en algunos al aire libre. Desde entonces
han aumentado un 16 por ciento las denuncias por ruido en la capital puesto que ahora se fuma en la calle. Esto también supone que l
os hosteleros hayan calculado 300 millones de pérdidas.
Otros lo vieron como estímulo para dejarlo. Eva lo había intentado varias veces, "unas quince", en concreto. La definitiva sin embargo ha llegado este año. "Como ya no se podía fumar en ningún sitio y la gente me tenía que esperar siempre -la mayoría de sus amigos no fuman- lo fui pensando. Un sábado me levanté, no tenía tabaco y pensé: 'ya estoy harta'", comenta. "Lo pasé mal, cada vez que me apetecía un cigarro salía a correr, y en el trabajo me hacía una manzanilla o un té", agrega. Todavía hoy dice sentir ansiedad, lo que no quita para que se sienta "muy bien".
Y es que los especialistas indican que las personas que dejan de fumar antes de los 35 años "evitan el 90 por ciento de los riesgos para la salud atribuidos al tabaco". También hay que tener en cuenta los efectos nocivos para los fumadores pasivos (Se dice que el 14 por ciento de las leucemias infantiles se producen por este motivo). El psicólogo Pedro Aguilar dijo en la jornada de concienciación del jueves: "Cuando alguien se enciende un cigarro y pregunta '¿te molesta?' la respuesta debería ser 'no me molesta, me enferma'".