Debate que no mueve votos
martes 08 de noviembre de 2011, 08:18h
Pocos votos habrá movido este debate. Cada candidato
ha cuidado a sus clientelas, que seguramente se habrán afianzado. Buen debate,
sin grandes sorpresas, que viene a afianzar el bipartidismo y el centralismo,
al ignorar, por un lado, a los demás partidos y, por otro, las reivindicaciones
territoriales (ni una palabra, por ejemplo, sobre federalismo ni Pacto fiscal).
Cada contendiente llevaba su mochila que le
condicionaba. Rubalcaba la de haber sido vicepresidente de un gobierno
fracasado. La mochila de Rajoy era más agradecida, repleta de encuestas
favorables, pero que podrían cambiar de signo al menor desliz importante.
Rubalcaba ha intentado -y esto le podría suponer
algunos votos- erigirse en portavoz de
los descontentos, olvidando que ha sido figura clave del gobierno responsable,
en gran parte, del descontento; gobierno el nombre de cuyo presidente nadie ha
pronunciado; Zapatero se ha evaporado.
Rajoy, casi oficiante ya de futuro presidente, se ha
mostrado prudente y no se ha arriesgado con promesas demasiado concretas, pese
a lo cual, el agresivo Rubalcaba ya ha asumido, en la práctica, su nuevo papel
después del 20N.
Así, en un sondeo flash de Motroscopia, para El País, el
líder del PP ha superado al candidato socialista por cinco puntos (46% a 41%) y
mejora las previsiones, según la encuesta realizada tras concluir el debate.
También los analistas políticos coinciden, en general, que Mariano Rajoy sale
afianzado, pese que alguno había pronosticado: "ganará Rubalcaba"
Mientras el candidato socialista, bajo el peso de su mochila, insistía
en sembrar la duda y la sospecha sobre los, calculadamente, inconcretos planes
de Rajoy, éste, con la bolsa de oxigeno de las encuestas a sus espaldas,
reclamaba, una y otra vez, la urgencia del cambio Y no solo de gobierno, si no
de política, para ganar la confianza necesaria para salir de la crisis, creando
empleo y lograr credibilidad ante los países que puedan ayudarnos.