Paraguay y España, molestas por los desaires de la Cumbre

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, no ha podido evitar mostrar su malestar por la larga lista de ausencias de los máximos mandatarios a la cumbre que se celebra en Asunción. Ni él ni ninguno de los presentes han entendido las ausencias de los máximos mandatarios de los países vecinos, que podrían haberse acercado aunque fuera para participar en algún evento aislado.
Tanto el rey Juan Carlos I como el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, han tratado, sin éxito, de convencer a Cristina Fernández de Kircrhner (Argentina) y a Dilma Rousseff (Brasil). España está teniendo un papel destacado por diversos motivos: tanto por la aplaudida mención al fin del terrorismo de ETA y la alegría generalizada de los participantes en esta cita como por el mejor discurso que se recuerda del jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificado por muchos de los presentes como el que mejor hasta la fecha. Zapatero se despide de esta forma, siendo el más aplaudido de la cumbre.
España también ha destacado porque el rey ha sido el único que no ha faltado a ninguna de las 21 cumbres, así como Enrique Iglesias, hacia quien se ha tenido un trato especialmente cariñoso tanto por parte del rey como de Zapatero. Ambos han estado ya moviéndose para asegurar la presencia del mayor número de dirigentes a la cumbre que se celebrará en 2012 en Cádiz. Pero no todo han sido buenas noticias. Pese al buen papel de la delegación española en esta cumbre ha habido cierta crispación por el comunicado emitido por el Partido Popular, que llegó en plena sesión de la cumbre, calificando de nefasta la política iberoamericana de Zapatero.
Otra noticia que ha enturbiado la sesión del sábado ha sido el anuncio de que el expresidente brasileño Lula da Silva padece cáncer de laringe. Así lo hizo saber Fernando Lugo, anunció a quien recomendó a sus colegas iberoamericanos hacerse revisiones periódicas. A Lugo, al que se le diagnosticó en agosto de 2010 un cáncer linfático por el que recibió tratamiento en Brasil y Paraguay y del que dice estar ya curado. También el presidente de Ecuador, Rafael Correa, se refirió al estado de salud de Lula, al que le deseó que se recupere: "A Lula, ojalá que pueda vencer esta nueva batalla, como un gran luchador que es lo va a hacer"