Lamentablemente, el lehendakari ha tenido que cancelar los
actos con los que pretendía conmemorar con la sociedad vasca el fin de la
violencia de ETA. Patxi López no convocará a los ciudadanos vascos a
concentrarse este sábado a la puerta de los ayuntamientos tras la decisión del
PNV de desligarse de la iniciativa al conocer la negativa de Bildu a sumarse a
dichos actos. Precisamente este viernes recibe López a esta formación dentro de
su ronda de contactos con todos los partidos vascos.
El consejero de Interior,
Rodolfo Ares, informó en los
pasillos de la Cámara vasca de que las gestiones realizadas por el lehendakari
no habían tenido el consenso esperado y que, por tanto, desistía de la
convocatoria para evitar que la cita se acabara convirtiendo en una ceremonia
de confusión y división. Ares indicó que el PNV se descolgó "al conocer la
negativa de Bildu a participar".
El consejero vasco de Interior lamentó que "el PNV esté
mirando de reojo a Bildu o a quienes forman la coalición Amaiur". Además,
explicó que la iniciativa fue planteada por el lehendakari en su encuentro con
Urkullu y recordó que fue el propio dirigente del PNV quien sugirió la
posibilidad de que se celebrara a la puerta de los ayuntamientos. Desde la Presidencia del Ejecutivo no se ha precisado quiénes serán los integrantes de la delegación de Bildu que se reunirá con López. Unas horas antes de ese encuentro, a las diez y media de la mañana, el lehendakari se reunirá con el sindicato ELA.
El PNV respondió con un comunicado en el que se mostró
dispuesto a asistir a un acto para celebrar el fin de ETA, siempre y cuando
"sea unitario, plural y abierto". En una comparecencia posterior, su
presidente, Íñigo Urkullu acusó al Gobierno vasco de "engañar" al decir
que tenía otros apoyos nacionalistas y pretender "echar el fardo" de
la anulación del acto al PNV. En el seno de esta formación lamentan la polémica
por esta iniciativa, cuya idea original atribuyen al presidente
Zapatero en la
conversación que mantuvo con Urkullu.
UPyD también impide el éxito de López
La falta de consenso en la Cámara vasca impidió también la
aprobación de una declaración institucional en la que se valore el anuncio del
cese definitivo de la violencia por parte de ETA. Todos los partidos, excepto
UPyD, estaban de acuerdo en un texto de dos puntos en el que se califica de
positivo el paso dado por ETA.
Al no sumarse al documento todos los grupos, la iniciativa
salió adelante como declaración institucional sino como declaración de
Presidencia, que fue leída por la presidenta de la Cámara,
Arantza Quiroga. En
un segundo punto se reconoce que la perseverancia de la sociedad vasca, que ha
exigido la desaparición de ETA y el respeto a los derechos humanos, ha sido un
elemento muy importante para logarlo. Al término del debate, el parlamentario
de UPyD,
Gorka Maneiro, explicó que no se sumó al texto porque, a su juicio, se
queda "muy corto" al no exigir también la disolución de ETA.
Presos y partidos ilegalizados
Por su parte, el ministro de Justicia,
Francisco Caamaño,
trasladó el jueves a representantes del Poder Judicial y de la Fiscalía
"el respaldo del Gobierno por un trabajo bien hecho, en momentos a veces
muy difíciles". Caamaño enfatizó que el Gobierno "ha dictado durante
los últimos ocho años la lucha contra el terrorismo", que no ha indultado
a ningún terrorista y que continuará esa misma política.
En otro orden de cosas, delegaciones del PNV y Batasuna se
reunieron el jueves en Bilbao. Ambas delegaciones coincidieron en reclamar gestos
sobre presos y Sortu. Sin embargo, la resistencia abertzale a mostrar un
expreso reconocimiento a las víctimas por el dolor causado frena "la
coincidencia plena".
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