La columna de Gema Lendoiro: "El que tiene boca... Alejandro Sanz se equivoca (de nuevo)

El que tiene boca, se equivoca. Pues claro. Así es. Antes, hace cosa de diez años, sólo quedábamos mal los periodistas. Y cuando lo hacíamos en papel era todavía peor. Nada era más desagradable que esperar al día siguiente a leer tu propia  columna en papel y ver una falta de ortografía o, lo que es peor, una información mal dada. Recuerdo leer hasta diez veces antes de enviar a cierre mis informaciones en aquellos maravillosos años (en mi caso en Diario 16 primero y en La Voz de Galicia, en Madrid, después) Aun así, a veces había fallos.

Pero llegaron las nuevas tecnologías, aparecieron los blogs, la gente se animó a escribirlos, unos con más éxito que otros, algunos con muchas faltas de ortografía que no parecen molestar a sus lectores y muchos se dieron cuenta de lo que significaba poner su firma acompañada de un texto. ¡Y encima en los blogs se podía comentar! Era una nueva forma de "Cartas al director" pero en vivo y en directo ¡Maldita sea con la libertad de expresión! Con lo a gusto que se siente uno sentando cátedra y no teniendo réplica. Hay algunos blogs que moderan los comentarios y claro, luego los lees y parece que han sido los primos del autor quienes los han hecho. Afortunadamente son los menos. Las críticas, siempre que no sean insultantes o difamatorias, deben ser aceptadas.

Y para rizar el rizo llegó twitter. Y ahí han encontrado un nicho (jauría de locos, diría yo) muchos famosos. Además de servir para medir las capacidades de precisión (titular es un arte cuando hay límite de espacio), sirve para poner en entredicho la básica cultura ortográfica. Yo he visto faltas tipo: "voy ha ver si me..." Y los tweets sirven, cómo no, para mofa y escarnio si lo que pones es una burrada. Que se lo pregunten al pobre Bisbal y su turismo por las pirámides. No es que estuviera poco informado. Es que no se supo expresar correctamente. Y a veces eso da lugar a malos entendidos.

Casi todas las semanas twitter le hace la jugarreta a alguno. El último ha sido Alejandro Sanz. Se le pide que apoye la causa de Marta, en referencia a Marta del Castillo (está siendo su juicio estos días por su asesinato) y él, creyendo que se referían a la atleta Marta Domínguez, acusada de dopaje y liberada después sin cargos, publicó: "Qué manía tenemos de juzgar antes de que lo hagan los jueces... Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario" Desde luego, Marta del Castillo es inocente, es más, es la víctima puesto que fue asesinada y su cuerpo no ha sido todavía encontrado. Y ya se armó el lío. Menos mal que en ese tuit añadió que Marta es inocente hasta que un juez diga lo contrario porque de no haberlo hecho hubiera parecido que Sanz apoyaba a los asesinos de Marta del Castillo. No me quiero imaginar la que se hubiese liado.

Total: un lío de narices. El pobre Sanz lo hace con toda la buena intención del mundo y el resultado es que mete la pata y, además, se mofan de él. Ay Manolete, Manolete...si no sabes torear, ¿pa qué te metes? En el fondo está bien que "todo el mundo" sepa y sienta en sus carnes que publicar mola mucho, pero que cuando metes la pata, ya no mola tanto. Y eso que ahora se puede corregir sobre la marcha. Lo de antes era mucho peor, créanme