También Carter y Blair...

    Que les "vendan la moto" sobre el terrorismo etarra  (como reacción a la "represión contra la independencia de los vascos" o "consecuencia de un pueblo subyugado"),  que les vendan esa moto  a los marcianos que van por la vida de "mediadores internacionales en conflictos", como los que han acudido a San Sebastián el pasado fin de semana, hasta se puede entender. De mala gana, sin justificarlo, haciendo un ejercicio de buena voluntad,  tapándose la nariz, pero se puede entender, lo que nada tiene que ver con que se justifique. Sin embargo, que les "metan el gol por la escuadra" a dos ex presidentes de dos grandes naciones, como el norteamericano Jimmy Carter y el británico Tony Blair, que se han adherido desde la distancia al documento de San Sebastián, parece una broma pesada, de esas que no hacen gracia y producen indignación. ¿Por qué Carter o Blair, antes de manifestarse en una dirección que les ha parecido una burla a la mayoría de los españoles, no han estudiado el asunto, no han valorado las consecuencias de tanta frivolidad, ni siquiera han llamado a sus antiguos amigos Felipe González y José María Aznar para asesorarse?

   Llueve sobre mojado, y ayer la agencia de calificación "Moodys", uno de esos misteriosos organismos que se dedican a dictaminar sobre el bien y el mal, hace negros augurios sobre el futuro económico de España refiriéndose al frenazo del crecimiento, al incumplimiento del objetivo del déficit, a la delicada situación de las comunidades autónomas, a la vulnerabilidad del sector financiero, etcétera, etcétera, etcétera. Pero esa sarta de tópicos ha sido proclamada desde el púlpito de una agencia (o lo que sea) que auguró un gran porvenir a las hipotecas basura, que llevaron a la ruina la banca de Estados Unidos, tras no haber rebajado el "ráting" de LEHMAN BROTHERS hasta el día anterior a su quiebra.  Y añadamos que, tras las vaguedades en el análisis y la arbitrariedad en sus conclusiones españolas, la agencia "Moodys", sin que se le caiga la cara de vergüenza, dice que todo lo antedicho se refiere a la República de España.  ¡Viva el rigor y abajo la frivolidad y la chapuza!

    En fin, que uno tiene la impresión de que nuestro país, de puertas afuera, es tan exótico como incomprendido. Es, para Koffi Anan y para Jimmy Carter y para Tony Blair un país que persigue a los pobrecitos etarras (a los asesinos, a los viles, a los terroristas etarras), y es, además, la República de España por la gracia de la ignorancia. Si en la influyente agencia "Moodys" saben tanto de números como de formas de Estado, es para echarse a temblar, es para salir corriendo.