Amorós se pone una pensión vitalicia de 370.000 euros en la CAM y... ¡se apunta al paro!

Hay veces que las palabras se quedan cortas. Para bien y para mal. En este caso para esto último, porque lo de impresentable es muy suave y seguro que a usted, querido lector, como a nosotros, se le ocurren otros. Pero en aras de la buena educación y el periodismo correcto lo dejaremos. Porque la 'pobre' exdirectora general de Caja Mediterráneo, María Dolores Amorós, se ha inscrito como demandante de empleo en las oficinas del paro.

 María Dolores Amorós acudió a una de las oficinas del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) de Alicante para inscribirse como demandante de empleo, aunque por el momento no ha iniciado los trámites para cobrar la prestación de desempleo.
  
La 'pobre' Amorós -como otros muchos personajes que merecen tales calificativos y epítetos en otras Cajas, pero al menos no han tenido la poca vergüenza de apuntarse al paro, que se sepa, claro- fue destituida como directora general por los administradores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente del Banco de España, el pasado 10 de agosto, aunque continuaba cobrando su salario.
  
Porque, según los administradores del FROB que decidieron el 28 de septiembre despedirla, consideraban que la 'pobre' Amorós "actuó en beneficio propio al calcular su propia pensión vitalicia" por importe de 369.497 euros anuales, así como por "falsear las cuentas para ocultar la debilidad financiera de la entidad" y por llevar a cabo una "deficiente gestión". Qué afrenta para esos cuatro millones de parados auténticos y otras personas que ni siquiera cobran el subsidio. Qué impresentable y, sí, todo lo demás, esta 'pobre' Amorós.