Dicen que millones de personas,
jóvenes en su mayoría, van a salir este sábado a la calle en setenta países y
centenares de ciudades en protesta contra un estado de cosas, 'este' estado de
cosas, pidiendo un 'cambio global'. "Pero ¿qué quieren estos chicos?", se
preguntaba y preguntaba un oyente que llamó ayer a una tertulia radiofónica. Voy
a tratar, en la humilde medida de mis posibilidades, de explicárselo, al menos
en hispánica clave.
Primer ejemplo. Los comentaristas,
algunos comentaristas, interpretan como "un gesto de autoridad" el que
Rajoy
haya situado a
Alberto Ruiz-Gallardón, todavía alcalde de Madrid, en el número
cuatro de la candidatura por Madrid. Ni entiendo a qué viene lo del 'gesto de
autoridad' --¿por dónde debía concurrir el munícipe de la Villa y Corte? ¿Por Ceuta? ¿O se
trataba de que no concurriera?-ni me parece que ello sea tampoco, como
igualmente ha querido interpretarse, una patada en la espinilla de
Esperanza
Aguirre, la 'lideresa' de la
Comunidad madrileña y tradicional y tópicamente considerada
enemiga del por muchos conceptos peculiar Gallardón. Debo aclarar que no soy
precisamente un 'fan' del manirroto regidor madrileño, pero reconozco su valía
política. Simplemente, creo que sus dispendios y el haber dejado a la capital de
España con un récord mundial de endeudamiento no le harían merecedor de grandes
premios, pero en fin...De ministro hemos de verle.
Es el fuero y no el huevo lo que
importa. Rajoy ha dejado claro que quien hace las listas es él, y lo mismo cabe
decir de
Pérez-Rubalcaba, que ni siquiera ha hecho el paripé de consultar con
los organismos correspondientes del partido quién debe encabezar qué provincia.
O
Cayo Lara, o
Rosa Díez. Aquí se hace lo que manda el 'aparato' y el 'aparato'
hace lo que manda el que manda. Y punto. Que para eso las listas siguen siendo
bloqueadas y cerradas. Si a mí, por ejemplo, no me gusta Gallardón y quiero, sin
embargo, votar al PP, me tendré que tragar a Don Alberto, sin poder sustituirle
por alguien a quien yo considere más leal con su líder y con el gasto público. Y
lo mismo cabe decir de las restantes candidaturas de los restantes
partidos.
Segundo ejemplo. La mayor parte de
las comunidades autónomas -hay excepciones, como la de Galicia, y justo es
consignarlo-siguen manteniendo sus representaciones en el extranjero, y la
mayor parte de los presidentes autonómicos siguen viajando con el mismo séquito:
56 personas almorzaron en Bruselas a cuenta de los Presupuestos del Estado
español cuando nueve presidentes autonómicos acudieron a una entrevista con
Durao Barroso... en la que este les reprochó el exceso de gasto en las
Comunidades; es decir, cada uno se llevó seis acompañantes. Hay una 'tele'
autonómica que ha abierto delegación en Hong Kong. Y los audis oficiales siguen
proliferando, sean a no primos del titular los chóferes que los conducen: sigo
sin ver a un presidente de parlamento autonómico, es un suponer, viajando en
transporte público. Nada ha cambiado, que se perciba, excepto, claro, los
recortes en donde se promete que nada se va a recortar, es decir, en el estado
de bienestar.
Son apenas un par de ejemplos,
claro. Habría muchos, muchísimos, más. Oiga, y, volviendo a la pregunta del
oyente de radio, ¿por qué protestarán estos chicos este sábado? Calle, calle,
que uno, aunque no esté de acuerdo en tantas cosas con ellos, ni sea ya
precisamente un aspirante a figurar en la airada 'generación
2020',
está a punto de salir a acompañarlos en su indignada
protesta...
-
Lea el blog de actualidad de Fernando Jáuregui 'Cenáculos y mentideros'>>