Patada judicial al ex ministro de la patada en la puerta

Dice la voz popular que si a un soldado se le hace cabo furriel se cree general con mando en plaza. Por lo mismo, si a un sindicalista se le hace ministro del Interior se acaba por crear una persona impredecible. En el caso de José Luis Corcuera, el mismo que creó -y por ello dimitió, cuando fue declarada inconstitucional en algunos puntos- la llamada 'Ley Corcuera', o mejor dicho, la 'Ley de la patada en la puerta', le han aplicado su propia doctrina y le han condenado a pagar 300 euros de multa por alterar el orden público.

La sentencia, conocida ahora, se refiere a un incidente ocurrido el 6 de mayo de 2011, cuando Corcuera intentó acceder a la Feria de Abril de Sevilla por una zona reservada para coches oficiales. Le pararon y le dijeron que se identificara, pero, según la sentencia, Corcuera sólo gritó "Mi escolta y yo vamos para adentro", "Usted no sabe con quién está hablando" y "Yo sí le estoy amenazando", todo dicho "en forma despectiva". Y ello mientras alzaba "las manos y la voz en varias ocasiones", según sentencia. En definitiva, que "mostró un comportamiento irrespetuoso, al parecer por el único motivo de que los agentes no habían permitido al coche en el que viajaba acceder al recinto ferial de forma directa".

Resultan impresentables este tipo de casos. Si en un momento alguien fue servidor del Estado, no es condición que dure toda la vida, y menos para colarse de forma inicua en actos lúdico-festivos. Menos aún el trato que, según sentencia, dispensó a los agentes. No es buen ejemplo; es mal ejemplo y dice mucho del sujeto, sea quien sea, que alardea con esas prácticas.