Padilla mejora físicamente y sale de la UCI pero se hunde moralmente al ir sufriendo las secuelas
martes 11 de octubre de 2011, 21:36h
Casi tragedia, intenso drama, esperanzas, despertar optimista y con moral... y, ahora la realidad, la terca y fea realidad. Son los estados por los que ha ido pasando el coletudo Juan José Padilla -y sus familiares y allegados-, que este viernes sufrió una gravísima
cornada en Zaragoza, hasta ahora en que los médicos le han sacado de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Miguel Servet de la capital maña.
Al pasar a una habitación de planta, donde ya permanece este martes,
gracias a la mejoría de las heridas, el matador jerezano
sigue avanzando en su recuperación. Pero empieza a sufrir directamente
las secuelas prácticamente irreversibles en la cara: pérdida de visión
del ojo izquierdo y parálisis de esa zona. Su moral, que antes le había
hecho decir que si ra menester torearía "con un solo ojo" si fuera necesario, se ha
venido abajo.
Aunque estña en una habitación de planta, como cualquier otro ingresado, su régimen de visitas va a ser especial, tanto por las cuestiones físicas como por las sicológicas. Así, el hermano del torero y subalterno Óscar Padilla, ha admitido que Juan José está "bastante más
desmoralizado" porque, aunque "gracias a Dios su vida no corre peligro", ya "se está ya dando cuenta de las secuelas que le pueden quedar", es decir, la parálisis en la cara y en el ojo.
Según estas declaraciones, como informa Efe, Óscar ha explicado que le ha dicho que no quiere dejar
de torear, pero también admite que "la realidad es otra"
porque tiene "un daño muy fuerte" y parálisis en la cara, el ojo, el
párpado e incluso en la lengua.
"El lo dice porque es muy fuerte", pero la familia duda de que vaya a ser fácil que Juan José Padilla vuelva a los toros.
Ha reconocido que la cornada, tan grave, ha sido "un shock" para la
familia, pero "gracias a Dios y al equipo médico" del hospital Miguel
Servet su vida no corre peligro "y lo tienen bastante controlado". Respecto a su estado de ánimo, ha dicho que Padilla es "consciente" de lo que le pasa y que por eso estaba "más decaído".
35 cornadas, 35
El subalterno ha añadido que ahora es muy importante el trabajo de la familia y hacerle ver
que las secuelas son en la cara, "pero que los pies y las manos y la
cabeza los tiene perfectamente" y "va a poder hacer una vida relativamente normal en un futuro".
Con casi total seguridad no vuelva a recuperar la visión en el ojo
izquierdo, aunque la familia mantiene una pequeña esperanza a este
respecto, ya que el nervio no ha llegado a partirse.
A eso se agarra la familia, y Óscar Padilla cree que habrá que esperar a que los vasos
sanguíneos hagan su trabajo, a base de tiempo, de que pueda oxigenarse y
"de que la visión a lo mejor poco a poco la puede recuperar, pero en
principio está perdido".
Finalmente, aunque ha asegurado que esto "no viene de nuevo" porque la familia "ha sufrido mucho" con las casi 35 cornadas que ha sufrido Padilla durante su carrera, ha enfatizado que ésta ha sido muy fuerte.