Unas buenas vacaciones, un buen escaño

Llanes da mucho juego. Y no sólo por su importancia turística, o acaso también por eso. Porque en Llanes, esa preciosa villa costera en la parte oriental asturiana, es donde ha veraneado -y veranea- mucho el candidato del PSOE a las elecciones del 20-N. Rubalcaba descubrió Llanes cuando Antonio Trevín era alcalde de la localidad, allá en los tiempos de Maricastaña, e incluso le invitaba a su casa. Los lazos así se estrechan que es una barbaridad.

Con el tiempo, Antonio Trevín fue presidente de Asturias por una rara carambola, pero no consiguió revalidar puesto (en 1995 le derrotó el popular Sergio Marqués), y se volvió a Llanes y volvió a ser alcalde. En 2004, con la victoria de Zapatero, Trevín fue nombrado delegado del Gobierno en Asturias. Se lo había ganado, sin duda.

Pero ahora se acaba lo de la Delegación -según dicen las encuestas, el PSOE pierde el Gobierno en favor de Rajoy- y se lió gorda en Asturias por ver quién encabezaba las listas dentro del cartel global de Rubalcaba, un poco disminuido. Venció Trevín, como es natural, y socialistas que se han dejado el pellejo estos años quedaron en la calzada, como suele ser habitual, a veces.

El problema es aún mayor, porque en Asturias se eligen 8 diputados, que en 2008 se repartieron a pachas PP y PSOE. Pero ahora, con la caída generalizada socialista -que en esa Comunidad ha perdido incluso la Presidencia del Principado- y con la irrupción de Foro Asturias, de Álvarez-Cascos, que quita votos a derecha y siniestra, puede que salgan sólo dos del PSOE o como mucho tres. Pero el tercero no está seguro. Trevín sí sale. Y estará en Madrid, con casa en Llanes.