Zapatero pide apoyo total al candidato en una campaña "con convicción"
Rubalcaba avisa a sus cargos: a partir de ahora se impone el principio de "un político, un sueldo"
sábado 08 de octubre de 2011, 13:44h
El candidato socialista a la Presidencia del
Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha adelantado que va a defender el principio
de "un político, un sueldo", para que cada cargo no cobre más que un
salario, "y lo voy a defender a capa y espada". Lo ha dicho tras la aprobación
en el Comité Federal de las listas para el 20-N. Pese a la confrontación
interna, Rubalcaba se ha mostrado satisfecho de mismas, especialmente por la presencia
de mujeres: "No quiero a las mujeres al lado de los que tienen poder,
quiero a las mujeres con poder para que den más poder a las mujeres".
Pérez Rubalcaba elaboró un discurso muy orientado hacia la "igualdad"
entre y hombres y mujeres, justificando la pelea interna habida para la ocupación
de los números uno y de los puestos de salida y buscando, con toda obviedad, el
voto femenino de cara al 20-N. Es de suponer que el voto masculino ya lo tiene.
O no. Pero el caso es que Rubalcaba ha agradecido en su intervención los
esfuerzos de quienes han renunciado a ser alcaldes para poder ser diputados, en
aplicación de ese principio de "un político, un sueldo".
"Yo estoy satisfecho de cómo se han hecho las cosas,
de las listas que tenemos", dijo Rubalcaba tras el Comité Federal, señalando que
todos se sentirán "orgullosos" del Grupo parlamentario que se forme. Y "satisfecho"
está también el candidato socialista por el paso dado "en materia de igualdad"
entre hombres y mujeres. "Al partido le debemos mucho y su imagen depende
de nuestro trabajo, los ciudadanos juzgan a los partidos en función de la
calidad de su representantes".
Y, naturalmente, la devolución de piropos a Zapatero,
por los que éste le había dirigido unos momentos antes: "Una vez más agradezco
tu trabajo, José Luis, al frente del Gobierno de España. Tu defensa de los
intereses generales".
A partir de ahí, el discurso de Rubalcaba fue un tanto
manido, muy repetido ya a lo largo de esta larga precampaña electoral: un
ataque a lo que significa la llegada de la derecha para el Estado de Bienestar
en sí mismo -recortes en sanidad, educación, políticas sociales...- y lo que
representa de igualdad y redistribución la izquierda. En definitiva, que "Rajoy
quiere ganar las elecciones con piloto automático".
Avance del programa electoral: impuestos a ricos
En su exposición, Rubalcaba avanzó algunos de los
puntos que contendrá su programa electoral, que se aprobará el próximo fin de
semana. En este punto, propuso un primer gran acuerdo político para racionalizar
las estructuras políticas, especialmente para muchos concejales de pueblos "que
realizan un gran esfuerzo y que no cobran". Un segundo acuerdo que propuso es
para el empleo, y un tercer acuerdo sobre política fiscal: "No vamos a subir
los impuestos a los trabajadores... pero les vamos a pedir a algunos sectores
sociales que hagan un mayor esfuerzo".
En este último punto, por ejemplo, avanzó que "yo voy
a gravar las grandes fortunas para crear empleo", que creará un impuesto para
bancos y cajas -"sé que Rajoy no, pero yo lo voy a hacer", que subirá
sobremanera el alcohol -menos vino y cerveza- y el tabaco. Va a suprimir
deducciones del impuesto de sociedades, para que el mismo no beneficie más a
las grandes que a las pequeñas empresas.
"Hacen falta ingresos, la gente lo sabe y se lo vamos
a decir", dijo Rubalcaba defendiendo esa nueva política fiscal cuyas líneas
avanzó de forma meteórica. "Aquí en Madrid hay exenciones fiscales a quienes
llevan a sus hijos a los colegios de élite", y "contra eso vamos a estar".
El candidato finalizó su discurso con un "trabajo, trabajo
y trabajo, compañeros, quedan muchos días de trabajo".
Zapatero reclama una campaña con
"convicción"
Previamente habló el aún presidente del Gobierno y
secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, para reclamar una
campaña electoral basada en la "convicción" en su proyecto político y
en un "amplio respeto a la democracia", hablando "claro" a
los ciudadanos y con "propuestas creíbles, compromisos exigibles y un tono
de buenas maneras".
Zapatero se despedía así de los parlamentarios socialistas
dándoles las gracias por su labor a lo largo de los últimos años y por su
defensa de las políticas de su Gobierno. "Gracias por haber comprendido que con
una reforma de las pensiones podíamos seguir garantizado el futuro", les dijo; "gracias
por haber respaldado una política que entendí que era prioritaria", como la de
la igualdad.
En su discurso -más breve que de costumbre- Zapatero
quiso insuflar ánimo a las filas socialistas, decaídas por los resultados que
dan las encuestas: "Quedan más de dos días de campaña, ya lo veréis", les dijo,
recordando como en las elecciones de 1996 se pudo reducir en campaña una
distancia electoral de 14 puntos a sólo 200.000 votos.
En este sentido, pidió al conjunto del partido que
expliquen las cosas con un tono "que nos reconcilie", pero, eso sí, con "convicción
y gran respeto a la democracia y, por supuesto, todo el respaldo y respeto a
Alfredo Pérez Rubalcaba, que lo está haciendo muy bien": "Alfredo, fuerza,
ánimo, y con la fuerza de todos, a ganar", finalizó en plan brillante.