Aunque el populista
Hugo Chávez vende al mundo una imagen de una Venezuela sin problemas, lo cierto es que su país sufre restricciones económicas y la sociedad está sufriendo un progresivo proceso de empobrecimiento. Y, en todo caso, más allá de las lecturas que se quiera hacer sobre el tipo de régimen económico que impone en Venezuela, el caso es que es obsceno ver la opulencia con la que se mueve él. Chávez tiene acceso a una misteriosa partida de 800 millones de dólares anuales, tal y como
desvela la prensa venezolana.
Aparte, vive rodeado de todo tipo de lujos, con vida palaciega, acceso a aviones presidenciales, cohorte de ayudantes y toda clase de lujos nada relacionados con la imagen de líder socialista y cercano al pueblo que intenta transmitir. Tampoco ha ayudado, claro, que su tratamiento contra el cáncer que padece no tuviera lugar en Venezuela, transmitiendo a su pueblo la idea de que su país no tiene las suficientes garantías como para tratar a su presidente.
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