La Asociación de Directores de Instituto de Educación Secundaria de la
Comunidad de Madrid (Adimad) han afirmado que no han firmado los horarios de sus centros ya que no están seguros de su legalidad, ya que
reciben órdenes verbales contradictorias.
Según explicó el presidente de esta organización mayoritaria,
José
Antonio Martínez, las órdenes que recibieron por escrito en la última
reunión, celebrada el 4 de julio, tienen muchas lagunas y que, al pedir
una ampliación literal de las mismas, inspectores y áreas territoriales
les han dado órdenes verbales contradictorias, con lo que no saben cuál
es la manera legal de obrar.
La negativa a aprobar los horarios, aseguran, no afecta a la actividad docente ni a los alumnos,
ya que las clases se desarrollan con normalidad. Consideran que de esta
manera expresan su protesta porque las órdenes consignadas por la
Consejería de Educación para desarrollar las horas lectivas y
complementarias dependan de la interpretación que dé el inspector
educativo a cada centro.
Además, inciden en el cambio de postura realizado por el Ejecutivo que
dirige
Lucía Figar, que está incluyendo profesores en expectativa,
funcionarios que no tenían plaza, aunque cobran. "No es serio cambiar
los horarios porque nos den profesores en expectativa
que, a lo mejor, son especialistas en materias que ya tenemos cubiertas.
No hay consideración hacia nuestro trabajo y los centros debemos
ofrecer seriedad a las familias", comentó Pilar de los Ríos, tesorera de
Adimad. Denuncian que así es imposible conformar instrucciones sobre la
compensación de horas docentes, las guardias, las clases especiales y
desdoblamientos. No excluyen, no obstante, remodelar los horarios si la
Consejería aporta los profesores necesarios, a pesar de las disfunciones
que supone esa decisión para los alumnos. Aseguran que el curso ha empezado el día 14 de septiembre gracias al esfuerzo de las directivas y los claustros de los institutos.
Critican además que las órdenes verbales de Educación excluyen de responsabilidad a la administración de las decisiones que se tomen en los centros. Los directores temen cargar así con las culpas de la modificación educativa.
Han confirmado que ha habido presiones desde la Consejería
para que se identifique a profesores que han participado en asambleas,
para que se retiren carteles de protesta y para que no se facilite a
padres y docentes la posibilidad de hacer reuniones ni encierros
en contra de la decisión del Gobierno regional. "Se quejan de que usen
las instalaciones padres y profesores, que forman parte de la comunidad
educativa, cuando le ceden el espacio a los peregrinos", apostilló
Martínez. Por último, aseguraron desconocer la denuncia de CCOO de
presiones de directores a profesores.
Lea también:-
Comunicado de Adimad-
La FAPA convoca una manifestación para el 8 de octubre