Otra política penitenciaria para el final de ETA
viernes 30 de septiembre de 2011, 08:13h
El lehendakari Patxi López reclamó este
jueves una nueva política penitenciaria, que propicie la superación del ciclo
terrorista. Deberá contemplar el "acercamiento progresivo" a las
cárceles de Euskadi a los presos de ETA para facilitar la
"reinserción". López apostó por un cambio en el modelo
penitenciario dentro de su plan de paz, dado a conocer durante
el debate de política general en el Parlamento Vasco, que contó con la
asistencia de 150 invitados, entre ellos los tres diputados generales y el
presidente del Senado, Javier Rojo. Con la presencia del responsable del
Gobierno de Guipúzcoa, Martín Garitano, Bildu asistía por primera vez a un
debate de estas características. El lehendakari planteó el acercamiento
progresivo de los presos de ETA a Euskadi si la banda terrorista desaparece de
forma definitiva, y "siempre y cuando" esa medida favorezca la reinserción de los reclusos. Este es el octavo
punto de un decálogo de bases sobre el que construir la concordia y la
convivencia en Euskadi de cara al final definitivo de la violencia y después
del mismo. El fin de ETA sin contrapartida ni
condiciones, sigue siendo un "objetivo irrenunciable", insistió el lehendakari
al final su discurso, de casi dos horas. "Por ello, todos exigimos a ETA, de
forma pública y tajante, que deje todas las actividades terroristas y que se disuelva". López pidió a todos
los reclusos condenados por delitos de terrorismo, o que se encuentran en
prisión preventiva a la espera de juicio, que rompan decididamente y de forma pública con ETA y asuman la
legalidad penitenciaria "para que sea posible su reinserción". Esta asunción se
enfrenta a la oposición a los beneficios penitenciarios en que insistía la
semana pasada, en un comunicado, el colectivo de presos de ETA al sumarse al Acuerdo de Gernika. López considera, en todo caso, "una buena
noticia" que los reclusos hayan aceptado ese acuerdo, "porque puede ser un paso
más" hacia el final del terrorismo.
El lendakari no aludió a la izquierda abertzale
radical ni a ninguna de sus siglas, si bien, en su decálogo menciona que todas
las sensibilidades políticas que aceptan el sistema democrático y asumen el
cumplimiento de la legalidad, deben tener un reconocimiento legal, cuando está
pendiente la decisión del Tribunal Constitucional sobre la legalización de Sortu.
López destacó que el terrorismo, tal como se ha conocido en Euskadi, "ha
terminado para siempre. Hemos triunfado, hace tiempo, sobre el estado
totalitario y hemos triunfado, también, sobre las pretensiones totalitarias de
ETA", insistió. "Queremos construir un futuro con memoria", dijo.
"La memoria compartida y reconocida debe convertirse en Euskadi en un fuerte
muro que imposibilite la vuelta a la violencia totalitaria, y que fortalezca la
tolerancia". Y en este sentido, el relato de lo que ha supuesto más de medio siglo de violencia,
se convierte en fundamental. Tras recordar a todas las víctimas sin excepción,
tanto las de ETA, como las del Batallón Vasco-Español, los GAL u otros grupos
violentos, y reconocer los abusos cometidos en ocasiones en la lucha
antiterrorista, dijo que su Gobierno "no va a permitir que se intente
reescribir la historia, convirtiendo en héroes a quienes fueron verdugos".
El Gobierno vasco impulsará la creación de un Instituto de la Memoria y la Tolerancia para
coordinar los centros y acciones que recordarán a las víctimas que gestionen la
memoria "de forma inclusiva", así como "el relato de lo ocurrido".
Pero la
situación económica y las actuaciones frente a la crisis centraron la parte principal de
la intervención del lehendakari. De hecho, ETA y el final de la
violencia ocupan poco más de 14 de los 54 folios del discurso. López se
comprometió a seguir manteniendo las políticas y servicios públicos que garantizan
el Estado del Bienestar, en particular la Sanidad y la Educación, y apoyar la creación de empleo. Para
ello, ya que la recaudación fiscal no está cumpliendo las previsiones y la
economía se ralentiza, ha prometido seguir reduciendo el gasto corriente, rebajar la financiación de los proyectos o
servicios duplicados por diferentes Administraciones, recortar subvenciones y
dejar para otros ejercicios "aquello que no sea necesario y urgente". Una de las principales novedades en materia económica es la
reforma fiscal que abandera, centrada en la lucha conjunta
contra el fraude, el aumento de la presión tributaria y la revisión de
bonificaciones y subvenciones. El lehendakari quiere llevar al
Parlamento la discusión de los diferentes modelos y propuestas fiscales, un
debate en el que, además del Gobierno y los grupos parlamentarios, puedan participar los representantes de las tres Diputaciones.
El sistema fiscal vasco y el Concierto Económico establecen que son las
Diputaciones las que recaudan los impuestos, de los que luego ceden parte al
Gobierno para su funcionamiento. López reconoce que el debate fiscal ha sido
"algo opaco" en Euskadi y recordó la propuesta que hizo en julio a los tres
diputados generales para elaborar, de forma conjunta, un único plan de lucha contra el fraude para toda Euskadi, un
fraude que cuesta a los vascos cada año "lo mismo que todo el sistema de
educación. Además, apostó por revisar las bonificaciones y exenciones
tributarias y por rescatar el impuesto de patrimonio. Ayudas en I+D, apoyo de las cajas vascas para
facilitar financiación a las empresas, ayudas directas a los proyectos de emprendedores,
que se pueda crear una nueva empresa en Euskadi en menos de 15 días, o que en
2012 un total de 20.000 jóvenes reciban atención individual, tengan su perfil y
reciban sus propuestas formativas y de oportunidades de empleo... son otros
propósitos que enumeró el lendakari.