"Más de cien mentiras" se suben al escenario para homenajear a Sabina
jueves 29 de septiembre de 2011, 18:27h
Aunque el próximo miércoles, cuando se estrene "Más de cien mentiras", Joaquín
Sabina
no estará en el escenario, el espíritu de su personalidad sí planeará sobre la
escena del musical más canalla, del que el compositor se sentirá
"orgulloso".
Así lo cree José María Cámara, productor junto con Ángel Suárez del espectáculo
que levantará el telón el próximo 6 de octubre en la Gran Vía madrileña, un
thriller de amor, comedia y deseo encarnado en los personajes nacidos de treinta
años de trayectoria musical y poética de Joaquín Sabina.
"Ni de broma", cuenta Cámara que le
dijo el compositor la primera vez que le habló de hacer un musical con sus
canciones, pero al final Sabina, "un tipo sensible", se conmovió por los
esfuerzos de todo un equipo por desarrollar la escena teatral española. "Le
emocionó vernos perder mucha pasta con el musical 'Enamorados anónimos'", ha
reconocido hoy en la presentación de "Más de cien palabras" el productor, quien
se ha mostrado convencido de que, además de "orgulloso" del resultado, el
compositor se va a sentir "muy identificado" con algunos de sus
personajes.
El musical, con una duración de dos horas y cuarenta y cinco
minutos, incluye un repertorio de 22 canciones del artista de Úbeda (Jaén) en el
que no faltan "clásicos" como "Pastillas para no dormir", "Yo quiero ser una
chica Almodóvar", "Conductores suicidas", "¿Quién me ha robado el mes de abril?"
o la que da título al musical, "Más de cien mentiras". El espectáculo pone
sobre el escenario un elenco de actores y bailarines que, a juicio de su
director, David Serrano, "concentra los mejores talentos" del panorama español,
con el que piensa cruzar el Atlántico cuando se haya "asentado" en España y
trasladar este musical de Sabina, muy conocido en América, a Argentina y
México.
Entre los actores que dan vida a distintos personajes de las
canciones del cantautor se encuentran Juan Pablo di Pace, Guadalupe Lancho,
Víctor Massán, Álex Barahona, Diego París, Juan Carlos Martín, Marta Capel o
Felipe García Vélez, la mayoría de ellos conocidos por participar en musicales y
series televisivas.
La historia sobre la que gira todo el musical está llena
de personajes salidos de los discos de Sabina: prostitutas, delincuentes, cobardes,
canallas, héroes, colgados y desencantados; un mundo nada habitual en un género
en el que predominan las temáticas "inocentes", según David Serrano. "Esto es
algo diferente, porque Joaquín Sabina es cualquier cosa menos inocente, y su
musical no podía serlo", ha señalado el director del espectáculo, para
considerar que esta obra sentará "un precedente" en el panorama del aún joven
musical español.
La selección de las canciones ha corrido a cargo del
guitarrista Pancho Varona, inseparable de Sabina desde
principios de los 80, bajo la "atenta mirada" del cantautor, a quien el director
agradeció hoy las "licencias" que les ha dado para hacer algunos arreglos en
determinadas canciones, así como que les haya dejado trabajar "con
libertad".
El equipo creativo se completa con nueve arreglistas y siete
coreógrafos para un espectáculo en el que, de momento, ya se han invertido un
total de tres millones de euros y cuya preventa "va tan bien que ya es difícil
encontrar entrada para antes del 10 de octubre". Entre el público que se
espera, según José María Cámara, cabe un amplio espectro, aunque los lógicos son
los incondicionales de los musicales y de Sabina,
"incluso los más talibanes sabinistas, a los que seguro que también gustará y
sorprenderá". "Más de cien mentiras" nace con el objetivo de ser representada
en México y Argentina, lo que la convertirá en la segunda obra de teatro musical
español que ha cruzado fronteras tras el éxito en México en 2006 de "Hoy no me
puedo levantar", de los mismos productores.
La doble vertiente musical y
poética de Joaquín Sabina estará presente en todo el musical, cuyo
equipo creativo aspira a llevar en el futuro al cine.
El esfuerzo de cuatro
años de trabajo, dos de elaboración del guión y de preparación de todo el
musical ha quedado compensado, según José María Cámara, por la liberación que
sintió esta semana cuando vio, en un pase privado, "llorar de emoción" a Pancho
Varona.