A vueltas con la salud de don Juan Carlos
El Rey asistirá a la Cumbre Iberoamericana de Paraguay
jueves 29 de septiembre de 2011, 14:07h
El rey D. Juan Carlos asistirá a la XXI Cumbre Iberoamericana
de Paraguay que se va a celebrar en la capital, Asunción, los días 28 y 29 de
octubre. La recuperación de las operaciones quirúrgicas le permite al Jefe del
Estado ir recuperando su intensa agenda de actividades que culminará a final de
mes con la cita iberoamericana a la que ha acudido siempre como máximo
representante de España. La cumbre de Asunción tiene como objetivo analizar "La
transformación del Estado y desarrollo" en un momento de notable crecimiento
económico de América Latina, a pesar de la grave crisis internacional, que le
exige una serie de transformaciones en las estructuras productivas y de los sistemas
de impuestos para aprovechar el impulso que están experimentando y evitar
problemas de recalentamiento que podrían derivar en consecuencias muy
negativas.
La presencia del rey remarca el enorme interés de España en
América Latina, con todas las empresas españolas del IBEX 35 contribuyendo al
desarrollo y al progreso de esos países, y en muchos casos salvando su propia
cuenta de resultados gracias a la buena marcha de sus negocios en estos países.
También acudirá en esta ocasión, el presidente del gobierno en funciones, José
Luis Rodríguez Zapatero que lamentablemente lleva demasiado tiempo sin pisar
América Latina, ya que el año pasado no acudió a Argentina y el anterior la
cita fue en Portugal. El encuentro de este año se presenta especialmente relevante
debido a la situación de la economía internacional, con graves problemas en
Estados Unidos, con peor situación para una Unión Europea que no termina de
asumir una voluntad política clara de unidad para enfrentarse a la realidad y
con unos fantasmas de recesión que están lastrando buena parte de los esfuerzos
realizados por las diferentes sociedad para superar la penuria del paro y el
estancamiento económico frente a las entidades financieras y los denominados
mercados que no reparan en las consecuencias de su insaciable avaricia
favorecida por la ineficacia e incapacidad de unos dirigentes políticos que
están más pendientes de sus elecciones locales, regionales y nacionales que de
tener la categoría suficiente para ser conscientes de la necesidad histórica de
dar un paso adelante para demostrar solidez y coherencia política.
En el ámbito iberoamericano, Brasil continúa fortaleciendo su
liderazgo continental, a pesar de los problemas que ha tenido que afrontar la
nueva presidenta, Dilma Rousseff, tras la dimisión de cinco ministros, cuatro
de ellos supuestamente relacionados con casos de corrupción. En México, la
guerra contra los narcotraficantes está condicionando la acción presidencial de
Felipe Calderón mientras en Argentina se encuentran en pleno proceso electoral
donde la Sra. Fernández de Kirchner tiene muchas posibilidades de reelección
pero sin garantías totales. En el ámbito político, la enfermedad del presidente
de Venezuela, Hugo Chávez, pueda convertirse en una oportunidad de recuperar
cierta cohesión iberoamericana donde la influencia de la peculiar revolución
bolivariana se difumine ante las necesidades reales de la población y de opción
a recuperar una clase política que sea capaz de aglutinar la confianza de los
ciudadanos y hacer olvidar la actuación tan calamitosa de otros tiempos de
ineficacia y corrupción.
La delicada situación de Cuba es otro factor importante, así
como las protestas crecientes que está soportando el presidente boliviano, Evo
Morales. La cumbre dará la bienvenida a los nuevos presidentes de Colombia,
Juan Manuel Santos, y al del Perú, Ollanta Humala. Son dos maneras diferentes
de plantear el gobierno de un país, pero los dos coinciden en la necesidad de
seguir más el ejemplo de la labor realizada en Brasil por Lula da Silva, que la
que propugna Hugo Chávez, sobre todo el nuevo mandatario peruano que ha dejado
claro su intención de cómo gobernar un país como Perú que debe aprovechar el
crecimiento económico para un mejor reparto de la riqueza. Este es uno de los
mayores desafíos de América Latina, la necesidad de incorporar una buena
reforma fiscal que permita ir fortaleciendo las estructuras del Estado con la
obligación de ofrecer los mejores servicios y la creación de una clase media
potente que sirva como soporte real del país.