El comunismo era eso
martes 27 de septiembre de 2011, 16:19h
Algunos echan
de menos la antigua URSS y el inestable equilibrio entre Moscú y Washington.
Incluso en la actual Rusia algunos echan de menos el comunismo, porque entre Putin y Mevdevev, con el concurso activo de unos cuantos ladrones de cuello
blanco, hay muchos ciudadanos que no ven ni en los anuncios lo que significan
la prosperidad y la libertad. Peor están en Cuba, eso sí, donde la vieja
dictadura castrista se atrinchera para defender el poder de la oligarquía
frente a los derechos de los ciudadanos. Y aquí, entre nosotros, algunos siguen
empeñados en sacar a pasear las viejas recetas comunistas, los viejos eslóganes,
las arcaicas teorías de la lucha de ricos y pobres como instrumento para
cambiar el mundo.
Con esta
crisis, nos jugamos la universalización de la pobreza y en ello parecen
empeñados tantos los viejos roqueros de la dictadura del proletariado como los
ardientes defensores de la libre acción de los mercados. Con un Gobierno de
izquierdas en España, hay más parados que nunca, más pobres que nunca y, lo que
es verdaderamente más grave, ricos más ricos que nunca. Por eso es una
desfachatez hablar de impuestos sobre el patrimonio para que paguen los ricos,
cuando los ricos no sólo no han pagado nunca el patrimonio y los banqueros, no
los bancarios, nunca han sido mejor tratados por Gobiernos que no solo no han
castigado el fraude ya los fraudulentos -a muchos les habían puesto ellos
mismos- sino que han inyectado dinero sin fin de los ciudadanos en las arcas de
los bancos para que estos salvaran la piel.
Dicho eso, si
derrocamos el capitalismo como proponen Cayo
Lara o Toxo, mientras Méndez juega al sindicalismo de salón,
¿será para volver al comunismo? Se acaba
de presentar un excelente libro de Jesús
López Medel y Rafael Mañueco,
"Gorbachov, ocaso y caída del imperio rojo" que analiza el desmoronamiento del
comunismo en la vieja Unión Soviética. En la presentación, Antonio Gutiérrez, ex secretario general de Comisiones Obreras,
hizo una profunda autocrítica de un régimen tiránico que negaba la libertad, un
sistema perverso que oprimió durante decenios a millones de personas y acabó
con la vida también de muchos millones de ciudadanos. Dijo Antonio Gutiérez que,
contra lo que pensó alguna vez, "octubre del 17 no fue una revolución sino un
golpe de Estado. La verdadera revolución fue la que acabó con las dictaduras y
enfiló, de alguna forma, hacia la democracia". Pero, ¿quién pide perdón por
tanto daño causado a tantos? Fascismo y comunismo son dos formas de
totalitarismo que niegan la libertad como algo perverso en sí mismo.
La URSS
estalló porque no había ninguna opción
de maquillar el comunismo y porque no había valores ni principios para sostener
el sistema ¿Puede estallar ahora Europa si sólo se maquillan los problemas para
no afrontarlos? Los individualismos, la falta de valores y la negativa a
avanzar hacia la unión política puede acabar con Europa. Si eso sucede,
socializaremos la pobreza y volveremos cien años atrás. El comunismo era y es eso:
el poder de unos pocos tiranos oprimiendo al pueblo.
francisco.muro@planalfa.es