Guardiola ha dado libertad a
Messi para que juegue donde quiera. Lo mismo baja al centro del campo para desatascar el juego azulgrana, como cae en banda para abrir espacios. O se regatea a tres para dejar en bandeja el gol a Pedro, o se inventa un pase para dejar solo a
Cesc Fábregas.
Messi está explotando su mejor versión. Con Cesc Fábregas está encontrando una de las sociedades más brillantes del fútbol español. Jugaron juntos de pequeños y ya saben lo que dicen: lo que se aprende de pequeño no se olvida.
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