Los nacionalistas vascos no acababan el miércoles de salir de su asombro, un asombro que más bien degeneró en enfado. Resulta que la semana pasada, el portavoz del PNV, Erkoreka, avisó a “altos dirigentes” del PSOE -léase Moncloa- de su intención de cambiar la pregunta que tenía preparada para hacerle al presidente Zapatero sobre las reformas constitucionales que proyecta el Gobierno, por otra referente al proceso de paz y la situación por la que atraviesa.
Pero estas “altas instancias” le recomendaron que “mejor no lo hiciera” alegando que no era buen momento. Y Erkoreka lo vio “razonable” y mantuvo su pregunta inicial a Zapatero. Pero, para su sorpresa y enfado, el lunes pasado comprobó que el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, había hecho precisamente lo que él planeaba: sustituir su pregunta inicial en el pleno de control al Gobierno -que iba a versar sobre los acuerdos alcanzados por el Ejecutivo con la Iglesi a-, por una en la que interrogaba a Zapatero sobre “las medidas que piensa adoptar el Gobierno para impulsar el proceso de paz y dar con ello respuesta a la esperanza mayoritaria de los ciudadanos”.
Los nacionalistas vascos no tienen duda de que el líder de IU hizo el cambio ‘con permiso’ o a petición del propio Gobierno. Por ello, en señal de ‘protesta’, Erkoreka no hizo ni una sola alusión en su intervención ante el pleno al asunto, cuando podría haberlo hecho para manifestar también el apoyo renovado de su grupo al presidente del Gobierno.