La batalla de la Eduación para la Ciudadanía
martes 04 de septiembre de 2007, 13:16h
Muchos padres compran estos días los libros de texto de sus hijos, para el nuevo curso escolar. Algunos incorporan un libro nuevo, el de Educación para la Ciudadanía, que ha llegado en medo de notable alboroto y hasta un cierto escándalo. En algunos diarios se publicaron este pasado fin de semana amplios resúmenes sobre la versión que los distintos autores de estos textos proporcionarán a los alumnos acerca de las materias que abordan. Hay, ciertamente, algunas opiniones extravagantes, pero en su mayor parte, son perfectamente asumibles y defendibles. En todo caso, existe un amplio abanico ideológico de autores y contenidos, del que en cada caso decidirá el correspondiente centro educativo. Pero, por supuesto, se trata de materias de notable importancia y de indudable interés. Cabe recordar que prácticamente todos los estados de la Unión Europea hace muchos años que tienen en sus correspondientes enseñanzas esta asignatura, básica en la orientación cívica para los ciudadanos que se están formando.
¿De dónde, y qué razones tiene, el escándalo en nuestro país? En particular, la controversia ha sido originada y alentada por grupos integristas de la Iglesia y del PP que alegan que desde esa asignatura se pretendería proporcionar una visión alineada a los planteamientos del socialismo gobernante. En resumidas cuentas, un adoctrinamiento inadmisible para los escolares. La lectura de la mayor parte de esos textos, obra de los más diversos autores, desmiente radicalmente tal presunción.
Sin embargo, algunos monseñores y hasta cardenales, en particular Monseñor Cañizares, no se apean de sus posturas radicales, y se ven acompañados en ellas por algunos otros monseñores, como Carlos Amigo o Martínez Camino. Y a los monseñores han seguido algunos dirigentes del PP, notablemente en la Andalucía de Javier Arenas y en el feudo de Esperanza Aguirre. Algunos han llegado a reclamar al Gobierno y a los mismísimos tribunales. Frente a ellos han surgido voces no menos estimables, como las de la Federación de Religiosos de Enseñanza, y con ellos, la del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Blázquez. ¿Para cuándo un cara a cara televisado entre Cañizares y Blázquez? Sería un espectáculo apasionante y representativo de las dos "iglesias españolas", integrista-conservadora la una y mucho más moderna y actual la otra.
Pues bien, Monseñor Blázquez recuerda que la Iglesia como tal no se ha decantado por ningún mecanismo de reacción a la asignatura, por cuanto tal cosa debieran hacerlo, en todo caso, los padres. Pero reconoce autoridad y conocimientos a la Federación de Religiosos de Enseñanza -los religiosos dedicados precisamente a la educación de los jóvenes- en esta materia, así como la "permanente voluntad de la FERE de actuar en comunión eclesial y con la responsabilidad que tienen confiada por los padres".