Entre el jueves y domingo pasados, más de 1.600 campesinos colombianos, que habitan cerca de la divisoria, cruzaron la frontera y se refugiaron en San Lorenzo, en la costa del noroeste de Ecuador, para presionar al Gobierno de Colombia a que atienda sus demandas.
El Gobierno de Ecuador prepara un informe con los gastos que hizo para la atención de los más de 1.600 desplazados colombianos que llegaron la semana pasada a dos ciudades ecuatorianas, para pedir una compensación a Bogotá.
La canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, dijo a los periodistas que se harán las cuentas y se harán llegar a Bogotá, para que asuma su corresponsabilidad en este caso.
"Hay que hacer cuentas y se lo haremos saber a Colombia", enfatizó Espinosa, tras explicar que, cuando empezó a llegar la oleada de desplazados colombianos a la ciudad ecuatoriana de San Lorenzo, informó a la cancillería colombiana sobre los requerimientos para atenderlos.
"La misma noche del primer gran éxodo (el jueves de la semana pasada), enviamos a la cancillería colombiana la lista de las necesidades materiales que requeríamos para atender a esa población", manifestó Espinosa, tras enfatizar que, "obviamente, no recibimos esa ayuda" de Colombia.
Entre el jueves y domingo pasados, más de 1.600 campesinos colombianos, que habitan cerca de la divisoria, cruzaron la frontera y se refugiaron en San Lorenzo, en la costa del noroeste de Ecuador, para presionar al Gobierno de Colombia a que atienda sus demandas.
Entre el lunes y martes, 400 de los desplazados regresaron a su país y los demás lo hicieron hoy, luego de que el miércoles llegaran a un acuerdo con una misión gubernamental de Bogotá, sobre un plan rentable de sustitución de cultivos ilegales de coca, por otras plantaciones lícitas.
El gobierno ecuatoriano ha pedido a Colombia que asuma la corresponsabilidad en la atención de los desplazamientos que se suceden en la zona fronteriza, pues asegura que ese fenómeno se da por la situación de violencia que se vive en el país vecino.