lunes 22 de agosto de 2011, 13:17h
En marzo de 2009, Paul Krugman -Premio Nobel de Economía el año anterior-, durante la celebración del Foro Económico Innovae, y en presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, opinaba sobre las perspectivas económicas de España calificándolas de “aterradoras” para añadir, a renglón seguido, que los próximos años van a ser muy difíciles para los españoles. Hoy, dos años y medio después, damos todos fe de ello pero, aún así, Krugman no pasará a la lista de profetas de la talla de los del Antiguo Testamento porque una previsión como esa, ya en plena crisis, era más fruto del sentido común que de un sesudo análisis económico.
Nuestro presidente, sin embargo, en esos años (2007-2009), y sin rubor alguno al expresarlas, dejó en las hemerotecas y videotecas perlas como las que siguen:
- "Lo enunciaré de forma sencilla pero ambiciosa: la próxima legislatura lograremos el pleno empleo en España. No lo quiero con carácter coyuntural, lo quiero definitivo".
- "Superaremos a Francia en renta per cápita en tres o cuatro años. Esto no lo quiere ni oir mi amigo Sarkozy, pero es así”.
- "Nadie quedará a su suerte ante el drama del desempleo. Mi prioridad es que no haya una sola familia en este país que pueda tener una situación de grave angustia o preocupación por la pérdida del puesto de trabajo”.
- "Es probable que lo peor de la crisis económica haya pasado ya".
RAE
El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, en su 22ª edición, habla del término falacia como equivalente a engaño, fraude o mentira. El Espasa añade una acepción adicional: “Argumento falso pero aparentemente verdadero para inducir a error o engaño”. De cualquier forma, el término lleva implícita la voluntad expresa de engañar. No se trata, pues, de errores involuntarios de apreciación o de análisis, sino de una intencionalidad de ocultación de una realidad concreta. Tengo, pues, para mí que, objetiva y serenamente considerado, el periodo de los sucesivos gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero han estado llenos de falacias hasta el punto de que -parodiando al presidente- de haber habido una “Champion League” de la falacia no albergo ninguna duda sobre quien se habría llevado la copa a sus vitrinas.
Para los interesados en el tema, aconsejo la lectura de un libro muy elaborado, lleno de inteligencia y sabiduría, y de fácil y agradable lectura, que firma un correligionario de José Luis Rodríguez Zapatero: Ricardo García Damborenea. Me refiero a su “Uso de razón: Diccionario de falacias” (Biblioteca Nueva, Madrid, 2000). De su lectura se pueden inferir muchas otras falacias con las que hemos tenido que convivir en estos últimos años, pero eso es harina de otro costal…