Polígrafos y Policía

Cuando se sometió al polígrafo al asambleísta alterno de Alianza PAIS Eduardo Paredes y el resultado lo vinculó a una acusación de acoso sexual, se dijo que el polígrafo no era confiable. Cuando la DEA pidió que se lo utilice en las investigaciones internas de algunos integrantes de los grupos de lucha antidroga, se contestó que eso constituiría un atentado a la soberanía nacional. Pero ahora se quiere someter a todos los policías –muchos de los cuales son héroes que arriesgan su vida– al vejamen de pasar obligatoriamente por un polígrafo, invirtiendo el viejo principio de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
 Hace muy pocas horas asesinaron en Guayaquil a dos personas y las metieron en un vehículo al que luego prendieron fuego para que los cadáveres se carbonizaran. Pero a los policías que enfrentan estas nuevas formas de crimen, cada vez más horrorosas, lejos de fortalecer su entorno, se los considerará culpables hasta que prueben su inocencia.