Marroquíes, chinos, latinos o rumanos son algunos de los colectivos inmigrantes que pueden acceder a una información hecha por y para ellos a través de programas de radio y televisión o revistas mensuales y semanarios de difusión mayoritariamente gratuita. El último en incorporarse al club ha sido ‘El nuevo Ciudadano’, el primer periódico diario para los extranjeros de Madrid. La región ya cuenta con setenta medios de este tipo.
La población inmigrante cada vez juega un papel más importante en nuestra sociedad. Los números lo confirman ya que, por ejemplo, en Madrid viven más de 850.000 extranjeros, un 14,1 por ciento de los habitantes de la región. Este fenómeno también ha tenido su repercusión en la colección de medios de comunicación del país que ha ido incorporando poco a poco a nuevos miembros cuya información está orientada a los inmigrantes. De hecho, estas radios, televisiones o periódicos suman en toda España más de un centenar cuando hace apenas diez años no pasaban de la decena según el primer anuario de la Comunicación Inmigrante editado por Etnia Comunicación que especifica, además, cómo en Madrid se acumulan hasta setenta medios para extranjeros. De ellos, hay 23 periódicos, 27 revistas, 17 radios y dos televisiones.
‘El Nuevo Ciudadano’ ya trabaja en su sede de la calle Delicias con una decena de redactores de diversas nacionalidades. Todos están dirigidos por el mejicano Omar Macedo que se enorgullece por estar al frente de un medio que “intenta brindar cada día información útil a los inmigrantes”. Y es que es la primera ocasión en la que se destina a los extranjeros un medio escrito que se reparte gratuitamente de lunes a viernes “en puntos estratégicos de la región”, sobre todo en el sur de la capital. Con una tirada de 40.000 ejemplares diarios, se aspira ampliar esa cifra en seis meses a 80.000 y a repartirse en otras ciudades como Barcelona y Murcia.
“El diario ha tenido buena acogida”, señala Macedo desde que el periódico saliera a la calle el pasado 4 de junio con una cabecera que pretende dar una mejor imagen del inmigrante en España “y dar a conocer nuestras costumbres y tradiciones”. “Nosotros sacaremos las informaciones malas que surjan sobre los extranjeros –continúa el director-, pero no queremos que se dé esa imagen de los inmigrantes. Somos los nuevos ciudadanos y venimos a aportar nuevas cosas a este país”.
Este periódico “por la integración” hará competencia a los ya veteranos. Entre ellos, la revista mensual ‘Toumai’ que fue una de las pioneras pues publicó su primer número el febrero del 2003. Fundada por dos españolas, Itziar Marañón y Mónica Prat, nació “con el propósito de ofrecer información práctica para la comunidad inmigrante”, como dice la primera. Marañón habla de “un sector cada vez más profesionalizado” que atiende un fenómeno “que tiene unas necesidades informativas que hay que satisfacer”, algo que resulta complicado ya que “lo que interesa a un rumano quizá no interesa a un latino”. Por ejemplo, el ocio es una de las grandes apuestas de Toumai porque los inmigrantes “tienen que saber lo que pueden hacer aquí”. Su éxito es indiscutible. Premiada en múltiples ocasiones, contó en sus inicios con una tirada de 35.000 ejemplares y en el mes de julio llegará a los 65.000.
Toumai ha fomentado con otros medios orientados a los inmigrantes el primer estudio de medición de sus lectores para conocer sus hábitos de consumo y sus perfiles. “Es un peldaño más del proceso de formalización de nuestro mercado para tener datos más objetivos sobre nuestros lectores”, dice Marc Basté, director de ‘Latino’, que tiene una tirada de 80.000 ejemplares en Madrid con 260.000 lectores. "Dedicarnos exclusivamente a los latinoamericanos nos permite darles un periódico más próximo a sus problemas, sus alegrías, sus barrios...", dice el director del semanario que comenta, además, que estos medios “ayudan en el proceso de integración de los inmigrantes”. Basté asegura también que la información demandada por este colectivo ha variado mucho, “por ejemplo, antes se hablaba mucho sobre cómo hacer los papeles, ahora esa parte ha perdido peso” aunque, con todo, se sigue pidiendo muchos datos útiles sobre “formación o empleo”.
Los medios también se publican en idiomas muy alejados del castellano como ocurre con otros dos semanarios: el búlgaro ‘Nova Duma’ (Nueva palabra) y el rumano ‘Noi in Spania’ (Nosotros en España). Ambos comparten sede en Fuenlabrada y tienen varias semejanzas como su número de páginas (24, una de ellas en español) o sus puntos de distribución concentrados en locutorios o tiendas étnicas. En el caso de Nova Duma, la redactora jefe, Elina Kerelezova, dice que es “un amigo que los 121.611 búlgaros tienen aquí en España, el apoyo social que necesitan”. La publicación, que “creemos ha experimentado un ligero crecimiento desde que Bulgaria se incorporó a la UE", distribuye por toda España 10.000 ejemplares cada semana al precio de un euro. Mientras, el semanario rumano es gratuito. Su tirada supera a su compañero búlgaro con 20.000 ejemplares destinados a los 524.995 rumanos de España. “Cada vez cuenta con más interés”, dice Ana María, una de sus redactoras.
Los números dejan claro que la prensa ‘inmigrante española’ está en auge. Su crecimiento en Internet ya genera más dudas. Según la Asociación para la investigación de medios de comunicación (AIMC), la penetración en la Red de los diarios en los extranjeros es de un 32,5%, mientras que en la de los españoles es de 41,9%. Marc Basté, de ‘Latino’, dice que “Internet es nuestro gran objetivo de este año”. Pero eso ya es otra historia.