El debate sobre los ‘privilegios’ de los parlamentarios ha terminado desatando una verdadera tormenta interna en el Grupo Socialista que tuvo su exponente durante la habitual reunión que mantiene en el Congreso el portavoz, José Antonio Alonso, con sus diputados para comentar la estrategia parlamentaria de la semana. Pero las críticas a la propuesta que días antes había presentado Alonso al presidente de la Cámara sobre la reforma de sistema de pensiones y otros derechos de los que gozan sus señorías centraron la reunión y fueron la tónica general de un debate que abrió el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco.
Los dardos se dirigieron no solo contra el alto listón que ha propuesto la dirección del grupo sobre este asunto, sin consultar con sus diputados
– entre otras cosas pidiendo que a partir de ahora se hagan públicos los bienes de los parlamentarios y de sus familiares a cargo-, sino
contra el propio presidente del Congreso por no “defendernos y por entrar al trapo en un debate demagógico”, según comentó un destacado diputado socialista a este diario. A juicio de otros muchos diputados,
Bono debería haber cortado de raíz la imagen que se ha trasladado a la ciudadanía de que sus señorías gozan de prebendas y de una vida “casi regalada”, algo que “nos está haciendo mucho daño”, lamentaba este diputado. Bien es verdad que muchos de ellos no se oponen a que se supriman ciertos ‘privilegios' referido al actual sistema de pensiones, pero creen que se ha entrado “al juego del PP sin calibrar las consecuencias”. Como resume otro diputado “hemos aplicado aquello de ‘y dos huevos duros’, y ahora nadie cree en nuestro trabajo".
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