IU advierte de que si se desligan los sueldos del IPC se trasladará "el total de la inflación a los bolsillos de los asalariados"
martes 15 de febrero de 2011, 12:33h
El coordinador de IU-CyL, José María González, ha manifestado una vez hechos oficiales las cifras del Índice de Precios al Consumo del mes de enero, que “ya estamos de nuevo al frente de Europa en inflación, como era costumbre. En España se practica el traslado automático del aumento de los costes al precio final, de tal manera que todos salen ganando, intermediarios, comercio, salvo los sufridos y abusados consumidores”.
González señaló que, “la teoría de los precios se basa en la relación entre la oferta y la demanda, pero en España ocurre que cuando se encoge el consumo y baja la demanda es cuando suben los precios bajo la coartada de la subida del petróleo. Pero no sólo es el petróleo el que sube, lo hacen también los alimentos básicos. Esta subida del 3,3% no afecta igual a los asalariados que cobran 600 euros al mes que a los que se embolsan 6.000 euros mensuales, porque han subido los transportes, los alimentos y la luz, tres productos básicos para los trabajadores pobres de nuestro país, que son los que salen de nuevo perdiendo. Pierden empleo, pierden salarios, les dejan sin pensión y les hacen pagar los efectos de las nuevas burbujas especulativas del neoliberalismo”.
En este punto el coordinador de IU remarcó: “Ahora se entiende el por qué los voceros del neoliberalismo, incluido elpresidente del Banco de España, exigen que los salarios se desliguen del IPC, pues de esa manera se traslada el total de la inflación a los bolsillos de los asalariados y deja a salvo las ganancias empresariales”.
Para explicar la situación que este IPC está creando en una España miserabilizada, González recordó que “si el PIB genera aproximadamente un billón de euros anuales y el reparto supone que los salarios no reciben ni siquiera la mitad de esa tarta, una inflación del 3,3% se ha comido más de 10.000 millones de la parte del PIB que corresponde a los salarios, es decir, el equivalente al presupuesto de Castilla y León en un año de vacas gordas. Y los asalariados ven reducida su capacidad de consumo en esos 10.000 millones”. González añadió que ese no es el caso de los ejecutivos de una banca podrida “que se reparten bonus por valor de 25 millones (como es el caso de una Caja de ahorros), ni es la situación de los directivos y ejecutivos de grandes consorcios que han visto aumentar sus salarios en 2010 en un 6%. La codicia rapaz de estos gansters sólo tendrá el límite que el sufrido pueblo quiera poner”.