Sería en octubre y permitiría al presidente del Gobierno retrasar su decisión hasta finales de julio
Zapatero 'escucha' a los que le piden un Congreso del PSOE sobre su sucesión
lunes 14 de febrero de 2011, 18:35h
¿Se va o se queda? Aunque Zapatero ha mandado callar a sus huestes, cada vez afloran más sus críticos y sus defensores, sus detractores y sus halagadores. Unos quieren que anuncie ya su decisión, antes de las elecciones de mayo, porque creen que su nombre es muy mal activo para mantener siquiera resultados; otros le piden que aguante firme, porque el partido no puede verse sometido ni a vacío de poder ni a una bicefalia como la de Almunia-Borrell. Zapatero deshoja la margarita, pero podría estar escuchando a quienes quieren que convoque el Congreso para octubre, y que ahí se dirima la cuestión.
Estos últimos no quieren elecciones primarias para hallar un nuevo candidato. Con esa fórmula, la convocatoria de un Congreso, el fantasma de las primarias desaparece, dado que en ese mismo Congreso se podrán presentar cuantos candidatos lo deseen. Pero esa fórmula, la congresual, es una 'fórmula total'; es decir, que sirve para fijar quién será el nuevo secretario general pero, también, el candidato a la Presidencia del Gobierno.
Si Zapatero se decidiera al final por esta fórmula, que algunos dirigentes socialistas ven como la más acertada dadas las circunstancias, seguiría manteniendo la incógnita sobre su futuro hasta finales de julio, dos meses después de celebradas las elecciones municipales y autonómicas. En esas fechas convocaría el Congreso para octubre, dado que los Estatutos marcan un plazo aproximado de dos meses entre convocatoria y celebración. Y en este caso, dado que parece que el PSOE cosechará uno de los peores resultados de su historia en unos comicios de estas características, sería más que probable que Zapatero anunciara que no se presentaría a la reelección.
En ese caso, saliera quien saliera elegido como secretario general, Zapatero tendría que seguir en la Presidencia del Gobierno hasta los comicios generales, no antes de marzo de 2012. Pero esa fórmula no gusta, entre otros, al vicesecretario general del PSOE, José Blanco, quien mantiene la tesis de que las bicefalias, aunque transitorias, son malas.
Le piden que lo anuncie ya
Pocos se atreven a hablar en público lo que dicen en privado. Si acaso, dos de las voces más firmes frente a los micrófonos al respecto son las de los presidentes de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quienes no ocultan -todo lo contrario- sus deseos de que Zapatero comunique 'ya' su decisión, sea la que sea. Así el votante tendrá las ideas más claras.
En el fondo, muchos piensan que Zapatero no debe presentarse y que debe anunciar 'ya' su retirada para las elecciones generales. Así lo piensan en muchos municipios, diputaciones y autonomías donde miles de cargos socialistas ven peligrar sus puestos tras las elecciones de mayo. Las encuestas al respecto son muy negativas: desde la pérdida de la mayoría de las capitales de provincia andaluzas hasta la posible pérdida de comunidades como la propia castellano-manchega. Y no tanto, pero también, la extremeña. Y, claro, los ánimos andan revueltos.
Desde el federal, le jalean
Pero esas voces, salvo las de Barreda y Fernández Vara, van todas con sordina: nadie se atreve a salir públicamente para pedirle 'aclaración' sobre su inmediato futuro. Y para controlar más férreamente el partido, algunos voceros gubernamentales piden chitón por activa o por pasiva: o bien mandando a callar manu militari o bien destacando las cualidades innata del líder.
Pérez Rubalcaba es quien se lleva la palma entre estos últimos. En la mañana de este lunes, sin ir más lejos, presentando un desayuno del secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias -cuyo gobierno en Aragón, por cierto, se desmorona, aunque él ya no se presente a la reelección y haya cedido el puesto a Eva Almunia-, Rubalcaba se perdió en elogios agradecidos al líder que le ha encumbrado: El vicepresidente primero del Gobierno elogió hoy algo que considera una "gran virtud" en política y que caracteriza a Zapatero, y es que "jamás pierde los estribos". Dicho sea en un contexto de clara (¿falsa?) admiración.
Marcelino Iglesias, más agradecido aún, por cierto, fue más lejos: ha reconocido, sí, que el debate sobre la sucesión de Rodríguez Zapatero es "inevitable"; pero, claro, es "inevitable" por culpa -siempre igual- de la canallesca: "Los medios de comunicación son así y no lo podemos remediar”. La culpa, naturalmente, es de la prensa. Pero volviendo a los halagos agradecidos al líder, Iglesias ha dicho: primero, que el partido ha trasladado al presidente su respeto por su decisión y sus tiempos, con la convicción de que lo anunciará “cuando lo considere mejor para España y para el PSOE”; y segundo, que Zapatero ha demostrado ser "un tipo duro capaz de recuperarse con facilidad". Quien quiera entender, que entienda. Y para los que no, la siguiente frase de Marcelino: en la Convención Municipal del pasado fin de semana en Sevilla notó al presidente “muy bien de tono, muy optimista”, con un “magnífico discurso que la gente se rompió las manos aplaudiendo”.
La tercera voz, tan firme como las anteriores y en el mismo día, ha sido la del vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, que ha hecho 'doblete comunicativo' este lunes: primero, ha evitado apuntar quién sería su candidato favorito para las elecciones de 2012 si Zapatero renunciase a competir por un tercer mandato. Segundo, que mejor es callarse uno mismo y mandar a todos que callen, porque los electores hacen callar las dudas, los dimes y los diretes: "Hablaré en el momento en que el presidente Zapatero anuncie su decisión. Mis preferencias son lo menos importante". Y tercero y más importante: "Lo importante es acertar para ganar de nuevo en el 2012".