Mas también ha rechazado la posibilidad de subir impuestos para obtener mayores ingresos en 2011, tal y como le había pedido la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, que sugirió a la Generalitat "explorar" la opción de aumentar los ingresos mediante una reforma al alza de los impuestos que dependen de la administración catalana.
Tras presidir a primera hora de la mañana la primera reunión del Consejo Asesor para la Reactivación Económica y el Crecimiento, que ha creado el nuevo Gobierno catalán, Mas se ha mostrado "sorprendido" por las palabras de Salgado, ya que, según ha recordado, en 2010 el anterior gobierno de la Generalitat ya subió "casi todos los impuestos".
Teniendo en cuenta que Cataluña ya tiene "el IRPF más alto de todo el Estado español", aplica el "céntimo sanitario" sobre la gasolina y presenta unos niveles impositivos superiores a otras comunidades, según Mas, "la receta no debe de ser subir los impuestos" otra vez en territorio catalán.
Salgado recomendó ayer a Mas que se fije en los ingresos y no en los gastos para reducir su presupuesto. Salgado instó al presidente catalán a subir impuestos para paliar el déficit. "Es una vía que siempre hay que explorar", dijo en los pasillos del Congreso de los Diputados. Salgado se sumó así a Partit dels Socialistes, Esquerra e Iniciativa, que exigen a Mas que mantenga el impuesto de sucesiones, un gravamen que el presidente se comprometió a eliminar en su programa electoral. Joan Herrera, líder de ICV, lamentó que Mas persista en su "dogmatismo" al suprimir esa tasa y dio por hecha una reducción del 15% del presupuesto.
La deuda de la Generalitat llegó a 28.096 millones de euros en diciembre de 2010, el 8% más de la que registraba en el primer semestre del año, según el Departamento de Economía y Conocimiento. Esta cantidad solo incluye el endeudamiento de la Administración, sin contar el de sus empresas públicas y el Instituto Catalán de Finanzas. El 90% de la deuda es a largo plazo y el resto corresponde a créditos y pagarés que deben renovarse.
Vencimientos
Este año vencen cerca de 7.200 millones de euros, de los cuales 4.500 millones eran a largo plazo -de más de un año-, y según el Ejecutivo de Artur Mas deberán refinanciarse con nuevas operaciones de deuda, ya sean créditos o emisiones de deuda. En esta cantidad se incluye la devolución de los bonos que se colocaron entre inversores particulares el pasado mes de noviembre con un interés del 4,75%. El resto son pagarés por 262 millones y pólizas de crédito por 2.525 millones de euros. Según fuentes del Ejecutivo catalán, la Generalitat está negociando su renovación, que se efectuará entre los meses de marzo y abril. La vida media de los créditos es de 6,25 años, cuando en junio era casi de siete años. El 65% de la deuda está sujeto a un tipo de interés fijo y la misma proporción se ha emitido mediante bonos para particulares o inversores institucionales.
La Generalitat calcula en 11.000 millones de euros sus necesidades de deuda para este año. El Consejo de Ministros prevé aprobar una primera emisión de deuda, aunque José Luis Rodríguez Zapatero exige a Cataluña un mayor ajuste presupuestario. Mas se comprometió a una reducción del 10%, pero el presidente del Gobierno le exigió en el encuentro que ambos mantuvieron el lunes un tijeretazo superior para pasar de un 3,6% a un 1,3% de déficit.
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