Estos son los términos en los que, según han confirmado a
Madridiario distintas fuentes socialistas, se ha dirigido Lissavetzky a cargos de la cúpula federal del PSOE en varias conversaciones telefónicas. A los mismos, el secretario de Estado para el Deporte les ha solicitado un intervención que haga que Tomás Gómez retome las conversaciones para consensuar la lista e incluir perfiles más "técnicos" y no sólo a
partidarios líder regional, que suponen la gran mayoría de nombres elegidos. De lo contrario, y sin ser en absoluto un ultimátum, aseguran, sería necesario replantear los términos de la candidatura, ya que la lista
no sería legal al no tener su visto bueno. "Estamos seguros de que va a haber un acuerdo y vamos a poner toda nuestra voluntad, no sólo porque es posible, sino porque es imprescindible. Tiene que ser legal y, si no tiene el consentimiento del candidato municipal, según el artículo 72 de la normativa de elección de cargos públicos, no lo es", aseguraron desde la oficina del candidato.
Las llamadas se produjeron este martes, después de que la paz transitoria firmada entre Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky (enviado por la dirección federal y que apoyó a Trinidad Jiménez en las pasadas primarias) saltase por los aires en la Comisión Ejecutiva Regional. Durante la misma, la lista al Ayuntamiento fue aprobada sin mediar votación -los partidarios del secretario de Estado se negaron a participar- pese a que Lissavetzky no había dado su necesaria conformidad y de que reclamaba seguir negociando las seis personas de confianza que él elegiría para ser incluidos.
Considerando este proceso una ilegalidad, Lissavetzky envió una carta a la dirección regional y federal advirtiendo de la irregularidad de una lista no pactada. Mientras sus seguidores se negaban a ratificar la lista en las agrupaciones de Carabanchel, Villa de Vallecas, Barajas y Retiro, las primeras en someterla a votación. A continuación comunicó por teléfono a los dirigentes del partido su postura, según informaron las mismas fuentes. La respuesta fue que Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, llamó a Gómez pidiéndole retomar la negociación, cosa que no se ha producido.
En la tarde de este miércoles, durante un homenaje a Tierno Galván en el Círculo de Bellas Artes, Lissavetzky ha mostrado su malestar con las declaraciones hechas por la mañana por el secretario general del PSM, Tomás Gómez, de las que ha dicho que son "injustas" ya que el único motivo que le mueve para regresar a Madrid es conseguir "buenos resultados" para el partido.
Gómez reta
Si en los próximos días no hay acuerdo, la decisión sobre la candidatura al Ayuntamiento de Madrid quedará en manos de la Comisión Federal de Listas. La esperanza de Jaime Lissavetzky es que José Luis Rodríguez Zapatero, Pepe Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba presionen a Tomás Gómez para lograr un mayor equilibrio en la lista, cosa que no parece fácil a tenor de sus las últimas declaraciones del ex alcalde de Parla: "Va a entender perfectamente la lista (Lissavetzky). Cuando la calle Ferraz trajo a Jaime Lissavetzky a la ciudad de Madrid lo hizo para ayudarnos a ganar no para dividirnos ni hacer oposición".
Y es que según la tesis de Gómez, la cuota de Lissavetzky queda suficientemente cubierta con la presencia de la hoy diputada Ruth Porta, Marcos Sanz (su jefe de campaña), Pedro Zerolo, Julia Martínez-Torales (Fuencarral), Pedro Santín (Moncloa) y Manuel García Hierro (Villaverde). Esta representación, advierten desde Callao, es mayor aún de la que se ha ofrecido a otros candidatos en el pasado. El resto de puestos, aclaran, dan representación a las distintas agrupaciones locales de la ciudad, por lo que no sería justo modificarlos. Pero según Lissavetzky, ni Zerolo ni Porta son estrictamente suyos, sino "del partido". El candidato no niega que la selección de miembros de las agrupaciones sea representativa, pero exige dar entrada al menos a una persona más de su confianza, ya que también habían salido de la lista los hoy concejales David Lucas, Óscar Iglesias, Daniel Viondi, Ángeles Álvarez y Almudena Fernández, afines a él.
Con todo, admiten en el entorno de Lissavetzky, la resolución a su favor no es fácil, ya que la dirección federal ya intervino en las primarias con un resultado pésimo que favoreció a Gómez. Una segunda intervención para 'maquillar' la lista municipal sólo provocaría otra reacción en contra de los militantes, que hoy controla en su mayoría en secretario general madrileño. "Los partidarios de Trinidad Jiménez y Jaime Lissavetzky quieren lograr en la Comisión Federal lo que no lograron en las primarias", zanja un cargo socialista.