Ése parece ser el razonamiento que hacen algunos sectores y dirigentes del PP, porque al menos, y de manera oficial, la cúpula de Génova evita comentar este extremo. Pero la manifestación que el sábado se celebró en Madrid bajo el lema 'No más mentiras, no más treguas trampa', no fue otra cosa si no una marcha contra ETA y contra que el Gobierno socialista negocie con los terroristas. Y quién si no,
Mayor Oreja iba al frente con las pancartas junto a asociaciones de víctimas del terrorismo de corte conservador, asegurando que el Ejecutivo de
Zapatero y
Rubalcaba están de nuevo negociando con ETA de cara a las próximas elecciones. Incluso
Aguirre evitó ponerse en la cabecera de la marcha, aunque participar, participó.
Pero esta posición extrema en el PP, quizás para bien de todos y de la lucha conjunta contra la banda del horror, no es la que oficialmente toma el partido de Rajoy, quien ni permite ni ve a ninguno de sus actuales 'comandantes' en este tipo de citas. Y es que si a alguien hace daño esta manifestación no es a ETA, por supuesto, sino a la unidad política frente a ella. Y lo que está claro es que se ha perdido esa agradable y sana costumbre de demostrar las acusaciones. Porque, como decíamos, el Gobierno negocia con ETA porque... sí. ¿Porque ellos lo saben?
Las dos caras frente a la nueva estrategia de ETA toman posiciones
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