La canciller alemana Angela Merkel ha estado apenas seis horas en Madrid, y alguna menos con Zapatero, pero ha sido suficiente para insuflar ánimos en el mercado sobre el 'caso español'. Y, sobre todo, para expresar su amistad por España y el apoyo a las medidas económicas adoptada por el presidente español, medidas que ella misma aconsejó tomar.
Es sintomático lo ocurrido durante esta visita. Se trata, sin duda, como recalcan los interlocutores españoles, de una 'cumbre' bilateral de confianza y de credibilidad hacia el sistema español, pero detrás hay mucho más que el mero futuro de España. Antes que nada está, expresamente, la estabilidad del euro, que pasa en gran medida porque España se estabilice, controle sus cuentas y evite a toda costa la intervención. Sabido es que la zona euro puede resistir -y ha resistido- la intervención de Grecia e Irlanda; podría resistir la de Portugal, pero no la de España.
No causa impresión, por tanto, que coincidiendo con el momento en que Merkel puso el pie en Madrid el presidente francés, Nicolás Sarkozy, hiciese pública desde el Elíseo la carta que le había remitido a Zapatero, en la que el galo se deshace en elogios hacia el presidente español y hacia su "valentía" (sic) por realizar en España -y además con la firma de los sindicatos- el mayor recorte social que se recuerda en la reciente historia de la democracia española. Sarkozy le venía a decir que estaba satisfecho de la obediencia de Zapatero y Merkel vino a comprobarlo in situ.
El objeto de la visita de la germana está, pues, muy claro… e indudablemente se ha conseguido. No ha tenido su reflejo inmediato en la Bolsa, pero lo tendrá. Ahora bien, ¿de qué otras cosas se han hablado en esta cumbre repleta de ministros en ambas delegaciones? Porque aquí también han estado invitados los sindicatos y la patronal -una novedad, indudablemente- y otros interesantes representantes de sectores económicos y financieros. Hay que destacar dos figuras importantes la del presidente de la Confederación Española de las Cajas de Ahorro (CECA) y de La Caixa, Isidro Fainé, y la del jefe de la Confederación Alemana de Cajas de Ahorro (Sparkassen). También estaban en el almuerzo los presidentes de Telefónica, César Alierta; de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y de Acciona, José Manuel Entrecanales, junto a los responsables germanos de Deutsche Telekom, Siemens y la energética RWE.
Sí, bueno, pero lo importante es subrayar que en España se está procediendo a una regulación y reordenación de las cajas de ahorro. ¿Hablaron de eso? Es natural. ¿En qué términos? Ya veremos.