Los barones del PSOE debaten el futuro autonómico
sábado 29 de enero de 2011, 12:09h
Con bastante probabilidad, más de uno, en el PSOE y fuera, se habrá preguntado estos días por qué se va a buscar sucesor de Zapatero, cuando, a estas alturas de la legislatura, cuenta con más apoyos parlamentarios de los que nunca tuvo, PNV, CC, CiU, en ocasiones incluso el PP, y cuando acaba de lograr el notable éxito de la reforma de las pensiones y el Pacto Social que algunos no han dudado en calificar de “el más importante y trascendente hito de la legislatura”. Y sin embargo, así es, y la cuestión, o una de ellas, es si repetirá Zapatero como candidato en la legislatura que dará comienzo el año que viene...
Asegura hoy un diario que “cada vez es más numeroso el grupo de quienes piensan que hay más posibilidades de que Zapatero no tenga intención de repetir y creen que, si esto fuera así, beneficiaría a sus candidatos si lo anunciara antes de las elecciones municipales y autonómicas de mayo”.
Es decir, que es cuestión de determinar quién será el sustituto y cuándo se anunciará su candidatura. ¿Antes o después de las elecciones de mayo? Se sospecha y se teme que los candidatos socialistas pudieran verse sometidos, durante la campaña, a la cuestión sobre si Zapatero se presentará o no, en detrimento de los mensajes de los candidatos y de la explicación de sus programas electorales.
Mientras tanto, la versión oficial es la que proporciona el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, anfitrión de la convención autonómica, que se sigue esforzando en negar que el partido haya abierto "ninguna sucesión" para reemplazar al presidente del Gobierno. Con esas dudas se ha iniciado la reunión de los 'barones' del PSOE en torno a tres mesas redondas: políticas activas de empleo, servicios públicos y futuro del Estado autonómico.
Zapatero intervendrá el domingo en el acto de clausura. ¿Hará alguna mención a su futuro? De entrada, parece muy improbable. Y a la espera de lo que decida esta “cumbre de barones socialistas”, se vuelve sobre los efectos del diálogo social que todos pensábamos muerto, y que ha resucitado en los últimos días con fuerza considerable, y para desesperación de algunos, que se creen marginados: El acuerdo de pensiones , permitirá vertebrar un gran pacto social que refuerce la economía y estimule la confianza.
Se anuncia ahora que, consciente del potencial político de esta iniciativa, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha buscado una escenificación solemne en el Palacio de La Moncloa el 2 de febrero. El Gobierno no ha dudado en mostarr su satisfacción por lo logrado en los últimos días. Tanto el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, como , Valeriano Gómez, ministro de Trabajo, no dudaron en definir la reforma como "la más intensa que ha experimentado el sistema en democracia", a la vez que han celebrado la vuelta al primer plano del diálogo social tras dos años y medio sin dar réditos.
Para cerrar los flecos de los otros dos grandes asuntos del pacto (negociación colectiva y políticas de empleo) y presentar una declaración de las materias pendientes (política industrial, energética e I+D+i), los negociadores ya han anunciado que continuarán la próxima semana.
La principal novedad desvelada por el ministro Gómez radica en la nueva ayuda para parados sin rentas (unos 400 euros) que participen en programas de formación. Ahora, los negociadores deberán concretar los planes de política industrial y se limitarán a una declaración de intenciones en política energética, sin incursiones, se asegura, en la polémica nuclear. Y mientras se oficializa el acuerdo, el Gobierno intensifica los contactos con los grupos políticos junto con CiU, PNV y Coalición Canaria.
Ahora se ha sabido que en als negociaicones finales del pacto de pensiones, junto con Zapatero, Toxo y Méndez, participaron también Pérez Rubalcaba, Elena Salgado y Valeriano Gómez, así como los secretarios de Estado José Manuel Campa, y Octavio Granado. Hubo finalmente dos representantes de CEOE: el director de relaciones laborales, José de la Cavada, y Alberto Nadal. Rosell se mantuvo en permanente contacto con ellos, según fuentes de la negociación.