Entre las últimas propuestas, el Gobierno pretende elevar de 65 a 67 años la edad de jubilación y de exigir 37 años de cotización para cobrar el cien por cien de la pensión. Ese es uno de los escollos a salvar en la negociación.
El proyecto del Ejecutivo es retrasar de 61 a 63 la edad de jubilación anticipada, novedad que iría acompañada de que esa jubilación anticipada sea voluntaria por parte del trabajador, no como ocurre en la actualidad. El requisito para acogerse a esta fórmula es ser despedido por la empresa y estar inscrito como demandante de empleo al menos seis meses antes de la solicitud de la pensión.
400.000 trabajadores se 'salvarían'
Y según publica este lunes el diario '
Público', la reforma tendría excepciones, según diversas voces oficiales, que eximirá a muchas profesiones de prolongar aún más su vida laboral. Esa flexibilidad se percibiría en ciertas actividades profesionales que por su penosidad o toxicidad pueden ser perniciosas para la salud y que tendrían que cumplir los mismos criterios que el resto. Algo que, según estudios internos del Ejecutivo, afectaría a 200.000 trabajadores.
En un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), se refleja que los trabajadores de la metalurgia, la extracción de minerales y la industria de la madera, tienen más probabilidades de sufrir accidentes a partir de los 55 años en el desempeño de su puesto de trabajo.
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