Los políticos, ya se sabe. En cuanto se huelen las elecciones, o sea se acercan comicios, como los municipales y autonómicos de mayo, entran en campaña, aunque para ésta falten varios meses. Es el caso de
Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte a l apar que candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid, que aprovechó este jueves los
Desayunos Deportivos de Europa Press para meterse a periodista y centrar la atención de un acto en el que las estrellas que habían convocado a la prensa y a mucha gente eran los extenistas y exnúmero uno del mundo
Arantxa Sánchez Vicario y
Carles Moyá.
El candidato a disputarle el trono municipal a
Alberto Ruiz Gallardón, que en ninguno de los anteriores Desayunos despegó el pico, ahora para sorpresa de los asistentes -en teoría sólo los periodistas hacen preguntas en estas citas- y durante varios minutos fue el máximo protagonista de la reuníon. Porque no fueron una ni dos ni tres las cuestiones -más que preguntas- formuló, quia. Fueron siete.
Desde cómo es el vestuario de las tenistas -en el sentido de sus relaciones personales antes o después de los partidos- (1), a las exigencias del calendario (2), si algunos de los dos tenistas retirados iban a seguir relacionados con este deporte (3), y si hay relevo para la 'armada española' (4). A lo que añadió su presunción de lo bien que va el deporte patrio -que es verdad- desde que él está al frente del mismo (5) y que había sido testigo en directo de ocho de los nueve Grand Slam que ha sumado
Nadal (6) e incluso se permitió contar una anécdota sobre el apoyo de los
Reyes a Arantxa en su primer título de Roland Garrós. Como dijo un periodista, habrá que tener cuidado con la competencia de Lissavetzky en la próxima cita de estos siempre interesantes Desayunos.