El Barcelona superó sin problemas la última prueba de la primera vuelta fuera de casa y goleó al Deportivo con un aplastante 4-0 en Riazor con una trabajada primera mitad, en la que se adelantó con un tanto de David Villa, y una plácida segunda parte en la que exhibió una vez más su superioridad y clase.
Guardiola dejó en el banquillo a Xavi, Busquets y Dani Alves, pero el equipo siguió jugando a nota, y se mostró muy superior al Deportivo.
El Barça, algo atascado en la línea de tres cuartos de ataque, se liberó con una combinación de los argentinos Mascherano y Messi y la asociación de este con Villa, que ganó la espalda a la zaga con un gran desmarque y batió a Aranzubia con un disparo cruzado que se coló entre las piernas del portero del Deportivo.
Era el minuto 26 del partido y el equipo local estaba abajo y con ausencias destacadas como las del mexicano Andrés Guardado e Iván Sánchez Riki y con jugadores fuera de su posición, como Manuel Pablo, que jugó a pierna cambiada en la banda izquierda.
Lotina accedió al deseo de la grada a los diez minutos de la reanudación, al meter a Valerón, pero para entonces el partido ya había quedado sentenciado por culpa de una pérdida de balón de Rubén Pérez, al que no le quedó más remedio que hacer falta en la frontal del área y brindarle así el tanto a Lionel Messi, que ejecutó con maestría a la escuadra.
Iniesta, antes de ser despedido con aplausos y muchos aficionados de pie, anotó el tercero tras recortar en la frontal del área y batir a Aranzubia con un disparo raso y ajustado al poste, y Pedro cerró la noche un minuto después con una asistencia de Messi que picó por encima del portero del Deportivo.