Aunque el incremento del salario mínimo se decretó en diciembre pasado (532.500 pesos), los trabajadores insisten en que los
“17.500 pesos (del ajuste) no son suficientes”, teniendo en cuenta las alzas en este año para alimentos, transporte y arriendos.
“El aumento justo de todos los años debe ser cinco puntos por encima de la inflación”, asegura el presidente de la CGT,
Julio Roberto Gómez, quien puso la discusión de nuevo sobre la mesa.
Si bien el Gobierno tenía previsto el índice de inflación para 2010 entre el 2 y el 4 por ciento, el líder sindical considera que
“el Gobierno tiene una deuda con la clase trabajadora”.
Los sindicatos tienen previsto solicitar el reajuste directamente al presidente
Juan Manuel Santos, a finales de mes, en las reuniones bimensuales agendadas entre el Gobierno y los trabajadores para discutir temas de actualidad.
Gómez pidió tener en cuenta los ejemplos de países como Argentina, Chile y Brasil, en donde se aumentaron significativamente los sueldos de los empleados que menos ganan.
Jorge Espinoza, secretario de organización del CGT, refutó las tesis de los
“economistas gurús de Harvard”, que ven en el aumento del salario mínimo un riesgo para la economía del país y también se refirió a los casos de Chile y Brasil.
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