Agregó que "esa voz la hemos levantado con fuerza y claridad en la forma y lugares que corresponden".
Piñera expresó su inquietud cuando se refería a Venezuela, con cuyo presidente Hugo Chávez ha tenido varias diferencias.
Uno de los últimos entredichos se produjo en julio cuando una mayoría del Senado chileno recomendó a los organismos internacionales adoptar "una actitud más vigilante" para garantizar "la integridad y la transparencia" de las elecciones legislativas de septiembre en Venezuela.
La Asamblea Nacional venezolana expresó su "rechazo contundente a las agresiones e injerencia en nuestros asuntos internos, por parte de estos senadores chilenos, hecho que representa una violación a los principios de soberanía y no intervención en asuntos de otros estados".
La presidenta de la Asamblea Nacional venezolana, Cilia Flores, calificó el proyecto de acuerdo de los senadores chilenos de "ridiculez" y a los legisladores de "estúpidos" y los acusó de asumir la vocería internacional de la "ultraderecha apátrida venezolana".
Venezuela se quejó al gobierno de Piñera por el acuerdo del Senado y Chile calificó de inaceptable "el lenguaje ofensivo e inapropiado" de la Asamblea Nacional.