Lo que más ha llamado la atención de las declaraciones algo airadas de la ministra de Cultura tras el batacazo de su intentona por sacar adelante su ley anti-descargas, es que haya dado como ejemplo a seguir a la cantante británica
Lily Allen. Ella, muy popular en Reino Unido y el resto del mundo entre los jóvenes, es al mismo tiempo una artista algo ligada a los escándalos, borracheras y juergas, y que para nada ha hecho algo diferente a lo que otros cantantes y grupos en nuestro país.
Pero para Sinde es el ejemplo a seguir porque encabezó una campaña contra la piratería que ha tenido, claro, mucho peso mediático. El mismo peso -o menor- que cualquiera de sus salidas de madre por su complicada vida social...
La 'chulería' de la no dimisionaria González Sinde