Aquella decisión de
Bono ya suscitó las protestas de varios diputados del PP tanto en el hemiciclo y ante las puertas cerradas del Salón de Plenos, pero el presidente se mantuvo inflexible e incluso recordó a los diputados que su obligación, según el reglamento, es asistir a las reuniones del Pleno de la Cámara Baja y de las comisiones a las que pertenezcan.
En su escrito, la portavoz del Grupo Popular,
Soraya Sáenz de Santamaría, arguye que Bono ordenó el cierre de las puertas del hemiciclo "apenas un minuto" después de que comenzara a sonar la llamada a votación por megafonía, cuando normalmente se dejan transcurrir cinco o seis minutos, tiempo suficiente para que lleguen los diputados que están en sus despachos, que dada la fragmentación de la sede parlamentaria, están lejos del Salón de Plenos.
A su entender, los derechos de los diputados que se quedaron fuera fueron "vulnerados injustificadamente" por la actitud del presidente del Congreso, por lo que el PP ha querido dejar constancia expresa de su queja y disconformidad.
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