"Es claro lo que se pretende. Que se sepa que ahora que está enfermo el rey, le toca pronto a
Felipe, pero que hay saga para rato. Y que la monarquía española no es una institución caduca sino que tiene ocho cachorros esperando su turno. Y todos unos críos, graciosos y guapos", escribe en un artículo de su
página personal de Internet.
Tras destacar que sólo una de las fotografías tiene motivos religiosos (la de los hijos de la infanta
Elena que posan ante la fachada de la catedral de Santiago), denuncia que, pese a estar sufragadas con dinero públicos la felicitación no se haya traducido al gallego, el catalán y el euskera.
"No me digan que esto, a pequeña escala, no es como la chulería de los controladores: 'Somos la familia del poder; nos puso ahí
Franco, y hacemos lo que nos da la gana". Y encima el abuelo nos dará el turre el día 24 y ETB lo transmitirá. ¡Y que Viva España!", concluye.