China está a punto de superar a Estados Unidos en el terreno tecnológico
La visión prevaleciente nos presenta a China como un país de mano de obra intensiva y bajos niveles tecnológicos y a EEUU como el epicentro incontestado de la alta tecnología mundial. Como frecuentemente ocurre con las nociones simplificadoras, ésta resulta profundamente errónea. Es cierto que China sigue liderando el sector manufacturero de mano de obra intensiva, lo que es poco sabido es que está también a punto de superar a EEUU en el tecnológico.
De acuerdo a un estudio sobre competitividad tecnológica mundial realizado por el Georgia Institute of Technology, y finalizado en enero de 2008, China pasará pronto a EEUU en habilidad crítica para desarrollar ciencia y tecnología y para transformar a esos desarrollos en productos y servicios disponibles en el mercado. Dicho estudio brindaba el siguiente puntaje de capacidad tecnológica: China 82,8; EEUU 76,1; Alemania 66,8 y Japón 66,0 (Next Big Future, 24 enero, 2008).
Numerosos ejemplos dan muestra de lo anterior. En 2010 China puso en funcionamiento la supercomputadora más veloz del mundo con capacidad para procesar 2.507 millones de millones de cálculos por segundo (International Herald Tribune, 29 octubre 2010). En el mismo año inauguró el tren más rápido del planeta y ya desde 2009 es líder mundial en patentes tecnológicas, de la misma manera en que para 2011 se estima que superará a EEUU como mayor fuente de artículos científicos arbitrados (The Straits Times, 7/12/2010).
El campo de la energía limpia es buena muestra de la competencia tecnológica entre ambos países. De acuerdo a un informe de agosto de 2009 de The Climate Group, organización sin fines de lucro que promueve tecnologías limpias, China tomó la delantera en el desarrollo y comercialización de éstas. De su lado, el presidente del Consejo de Defensa de Recursos Naturales de EEUU, Frances Beinecke, declaró en octubre del 2009 que China estaba a punto de vencer a EEUU en la carrera para el desarrollo de tecnologías para reducir la emisión de gases de efecto invernadero (Technology Review, MIT, Cambridge, 9 octubre, 2009).
Un científico norteamericano, citado por la publicación Next Big Future, presentaba la competencia tecnológica entre ambos países haciendo el símil con dos jugadores de basquetbol. EEUU como un experimentado jugador de cuarenta años y China como un rival de doce pero ya de la misma estatura. A su juicio resulta obvio a quién favorecerá el tiempo. Esa apreciación resulta tanto más válida si nos remitimos a los resultados de la última evaluación del PISA (Programa Internacional de Medición Estudiantil). En los niveles de rendimiento comparados de estudiantes de 65 países de desarrollo alto y medio, China ocupó el primer lugar en los renglones evaluados, mientras que EEUU osciló entre los puestos 23 y 24 (International Herald Tribune, 8 diciembre 2010).
El dominar la cadena productiva mundial por ambos extremos (mano de obra intensiva y alta tecnología) brindaría a China una extraordinaria capacidad para controlar la evolución de su economía. A la inversa, de perder el último eslabón productivo que aún controla, el de la tecnología de punta, EEUU no podría evitar su declive económico.
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