Alcaldes y procuradores

Mis colegas de “El Mentidero” se referían el otro día a los alcaldes del PP que compatibilizan el bastón de mando municipal con un escaño en el Congreso o en el Senado. Esa dualidad de cargos concurre concretamente en los alcaldes de Burgos (Juan Carlos Aparicio) Ponferrada (Carlos López Riesco) y Toro (Jesús Sedano), los dos primeros diputados del Congreso y el segundo senador del Reino.

La misma situación se viene dando en las Cortes Regionales, si bien entre alcaldes de ayuntamientos de menor entidad, ya que hace tiempo que el PP de Castilla y León estableció como norma  que los alcaldes de las capitales y presidentes de Diputación no ocuparan plaza a la vez en el Parlamento regional. Algunos, como el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, han llevado especialmente mal dicha restricción, considerando un agravio que la misma no afectara a alcaldes de municipios tan importantes como los de Medina del Campo (Crescencio Martín Pascual) o Ciudad Rodrigo (Francisco Javier Iglesias), que ocupan escaños en el hemiciclo de Villa del Prado.

Le cuentan a “El topillo” que esa restricción va a saltar por los aires en las elecciones de mayo, ya que todo hace suponer que el flamante candidato a la alcaldía de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ocupará a la vez puesto de salida en la lista autonómica del PP por la provincia salmantina.  Su condición de secretario autonómico del PP justificaría su presencia en las Cortes Regionales. Pero puede que no sea la única excepción. La alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, podría ser otra, lo mismo que Antonio Silván y Carlos Fernández Carriedo en el caso de que a alguno de ellos le caiga el marrón de ser candidato a alcalde de sus capitales de origen.

Paradójicamente a quien no se concede la menor posibilidad es al alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, cuyo cabreo es de suponer que pase de ser grande a monumental solamente con que alguno de los citados sea al mismo tiempo candidato a edil y a procurador.