Moncloa se
lanzó raudamente a insistir, el pasado domingo, en que la suspensión del viaje a Argentina para participar en la Cumbre Iberoamericana no está relacionada con la situación declarada en los aeropuertos españoles. Sin embargo, no ha conseguido detener las especulaciones al respecto.
Por ejemplo, este jueves el diario
El País publica que el Ministerio de Fomento supo días antes del decreto que 300 controladores dejarían de trabajar. El boicot se preparaba en Madrid, Palma y Canarias por el límite de horas anuales. Ante la amenaza de bloqueo por las bajas masivas, el ministro del ramo,
José Blanco, se presentó en el Consejo de Ministros del 3 de diciembre con un real decreto que aclaraba el método para contar las horas de actividad aeronáutica realmente trabajadas por los controladores y así evitar el boicot de los controladores.
Pese a todo, Moncloa niega que la sorpresiva anulación del viaje a Argentina por parte de
Zapatero no fue motivada por ello, sino para estar presente en la aprobación de las importantes medidas anti-crisis.
Pero no acaba ahí la cosa, porque el vicepresidente y portavoz del Gobierno,
Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer miércoles que el Ejecutivo conocía la "estrategia sindical evidente" que había diseñado el Sindicato Unificado de Controladores Aéreos (Usca) para hacer estallar el caos.
El Gobierno lo conocía y el Consejo de Ministros del viernes optó por "cortarlo" con la aprobación del decreto sobre la nueva forma de computar las horas de trabajo de los controladores, aunque eso precipitara una protesta anticipada que se cortó de cuajo con la declaración del estado de alarma.
Por último, en
La Vanguardia se dice que
Chacón reconoce que los militares estuvieron en alerta desde la tarde del viernes.
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