Que Madrid y Barcelona son dos ciudades potentes, que es mejor que colaboren que no que se peleen, es deseo compartido por la mayoría de personas sensatas. Ahora ha salido un periodista de raza, Carlos Herrera, defendiendo en ABC la necesidad de que ambas ciudades compitan pero que trabajen juntas. Su artículo
Barcelona y Madrid, dos caras de un rostro debiera leerse en los despachos influyentes del país.