www.diariocritico.com
Con dolor, sin vulnerabilidad

Con dolor, sin vulnerabilidad

lunes 08 de noviembre de 2010, 14:30h
La primera percepción, si uno se siente un militante de las causas populares, es no poder sentir algo diferente de lo que sienten tantos millones de personas humildes de este país.

Esto implica estar en presencia del país real, a diferencia de esos “zócalos” mediáticos, silenciosos pero poderosos, que se la pasan trasmitiendo que en este país no se puede vivir, si no es por la inflación es por la inseguridad o el autoritarismo, cuando vemos –al mismo tiempo- a miles y miles de conciudadanos que salieron a la calle para agradecer que están mejor.

Dos semblantes de país, el del zócalo virtual, que está guiado por intereses económicos y su desesperación por no perder hegemonía, y el del pueblo.

El amor incondicional puede ser por la divisa, por el equipo del barrio, hasta por una pareja que a uno le hace mal, y sin saber por qué, nos hace temblar y la queremos.

El afecto y la gratitud en la política son otra cosa, tienen que ver con haber sentido en algún momento un gesto de dignificación.

Uno no se enamora de un político por su cara ni por su ropa, sino sólo si se siente parte de una construcción, y si esa construcción significó algo importante para su vida, que en algún caso puede ser un puesto de trabajo, en otro el banco de una escuela o la cama en un hospital, en otros pudo haber sido aquel “proceda” del Comandante en Jefe civil de las Fuerzas Armadas, Néstor Kirchner, en 2004, cuando le ordena al general Roberto Bendini que descuelgue los cuadros de los genocidas. Allí se trató de algo simbólico, con un contenido épico capaz de seducir a tantos jóvenes.

Se impone, a su vez, desenmascarar algunos mensajes del poder. El primero, que no veo a Hugo Moyano como amenaza a la continuidad de este modelo. Si bien no expresa lo más moderno del sindicalismo, no lo vi en los 90 ni lo veo ahora tributar a un modelo neoliberal.

Otro, ver como posible y oportuno instalar la candidatura de la actual Presidenta hacia 2011, para no alimentar esa imagen de debilidad suya que los comunicadores del poder intentan instalar. En su mensaje de agradecimiento del último lunes, Cristina hace una distinción muy clara entre dolor y vulnerabilidad: “el dolor es una cosa, y la reconozco y la siento, y la debilidad, es algo totalmente distinto”.

Lo que intentan los reaccionarios es mostrarla débil, porque en la medida en que lo logren le podrán “entrar”, diciéndole con quiénes tiene que formar el gabinete, con quién tiene que dialogar y con quién no, quienes son los buenos y los malos.

Cuando se trata de un mensaje del poder con un objetivo tan fuerte, no se debe dejar lugar a la incertidumbre sobre el futuro, y de allí que no me parezca aventurado plantear como posibilidad cierta la candidatura del año 2011.

Escribas del poder como Rosendo Fraga, a dos horas de la muerte, Carlos Pagni y Joaquín Morales Solá, están acostumbrados a que lo que escriben sea obedecido por la política, y esto es lo que Kirchner vino a cortar. Ahora, desaparecido físicamente, imaginan que todo debe “volver a la normalidad”, y la Presidenta debería comenzar a actuar según lo que ellos escriben.

Por último, una reflexión sobre el vacío que deja Néstor Kirchner como “armador” del PJ. Una persona como él es muy difícil de ser sustituida por decreto de otro, o por el sólo hecho voluntarista de pretender hacerlo.

El secreto de la necesaria “contención” o alineamiento del PJ, no tiene que ver, a mi entender, con el peronismo de armazón, sino más bien con el peronismo de contenidos. Esto es, con más derechos, con más políticas sociales, con más dignidad, con más políticas concretas.

Carlos Raimundi

Ex diputado nacional
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios