En el Angelus, tras la misa, el Pontífice ha vuelto a incidir en cuestiones sobre vida y matrimonio instituciones que ha calificado de "esperanza de la humanidad" y en las que el hombre encuentra acogida "desde su concepción a su declive natural", con una velada crítica a la eutanasia.
Según Ratzinger, "el amor generoso e indisoluble de un hombre y una mujer es el marco eficaz y el fundamento de la vida humana en su estación, alumbramiento, crecimiento y su término natural", tras lo cual ha hecho una defensa del matrimonio católico.
El Pontífice ha pedido un apoyo "decidido" del Estado al hombre y la mujer que contraen matrimonio y forman una familia, aunque no ha hecho alusión al matrimonio entre homosexuales, otro de los puntos de fricción entre el Gobierno español y el Vaticano.
El Obispo de Roma ha hecho honor al templo de Antoni Gaudí y ha bendecido "la Sagrada Familia de Nazaret" por su ejemplo de amor, trabajo y servicio ante Dios. Tras constatar que "las condiciones de vida han cambiado mucho" desde los orígenes del cristianismo, ha destacado que los cristianos no deben contentarse con los progresos técnicos, sociales y culturales, sino que "deben estar siempre los progresos morales, como la atención, protección y ayuda a la familia". Benedicto XVI ha abogado por medidas económicas y sociales para que la mujer encuentre en el hogar y en el trabajo su "plena realización".
Figura de Gaudí
Tras agradecer al cardenal y arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, su bienvenida y saludar a los Reyes y al cardenal Ricard Maria Carles, además de a todos los asistentes, Benedicto XVI se ha servido de la figura del artífice del monumento de la Sagrada Familia, Antoni Gaudí, al que se ha referido como "arquitecto genial y cristiano consecuente", para mostrar la consonancia entre fe y belleza.
El Papa ha remarcado que el templo, designado basílica y autorizado para el culto, es fruto de una "historia de santidad, de creación artística y poética, nacidas de la fe", y ha celebrado especialmente la vinculación del monumento modernista con San José, padre de Jesús.
"Me ha conmovido especialmente la seguridad con la que Gaudí, ante las innumerables dificultades que tuvo que afrontar, exclamaba lleno de confianza en la divina Providencia: 'San José acabará el templo'". Por ello, "ahora no deja de ser significativo que sea dedicado por un Papa, cuyo nombre de pila es José" -Joseph Ratzinger-, ha señalado.
En su discurso, de un cuarto de hora de duración, ha ensalzado especialmente al arquitecto fallecido en 1927 por hacer "una de las tareas más importantes de hoy": "Superar la escisión entre conciencia humana y conciencia cristiana, entre existencia en este mundo temporal y apertura a una vida eterna, entre belleza de las cosas y Dios como Belleza".
"Dios es Dios de paz y no de violencia, de libertad y no de coacción, de concordia y no de discordia", ha remarcado, para añadir: "Pienso que la dedicación de este templo, en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios, como si ya no tuviera nada que decirle, resulta un hecho de gran significado".
Más de 800 cantores, de la Escolania de Montserrat, la Coral Sant Jordi y el Orfeó Català amenizan la Eucaristía con una cuidada selección de cánticos, entre los que se encontraba el emotivo Virolai a la Virgen, que entonarán antes del Ángelus, el Mesías de Haendel y el 'Crec en un Déu', canción popular de mossèn Romeu
Catalán
El Papa ha utilizado el catalán para iniciar y cerrar su homilía en la misa, aunque de forma testimonial y sin llegar a emplearlos en los pasajes más 'espinosos' de su discurso, centrándolo básicamente en referencias a la Virgen de Montserrat y a la Mercè.
El vicepresidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Lluís Carod-Rovira, ha valorado este gesto y ha afirmado, en declaraciones a Europa Press, que "un Papa alemán ha hecho más por el catalán y su proyección internacional que cualquier presidente español en los cinco siglos de existencia del Estado como tal".
Con todo, Carod ha puntualizado que ha sido una utilización "testimonial", con predominio del castellano y el latín.
Basílica para el culto
La Sagrada Familia se ha convertido en centro para el culto católico, tras la bula otorgada por el Papa Benedicto XVI, que ha sido leída por el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martinez Sistach.
Los 6.500 asistentes dentro del templo han roto el protocolo y rigor propio de estos actos religiosos y han despedido calurosamente al Pontífice de pie, con aplausos y algún 'Viva el Papa', incluso haciendo fotos con el móvil.
El Pontífice les ha correspondido risueño y alzando su mano, y ha llegado a pararse para saludar a algunos asistentes a lo largo del pasillo, especialmente a los niños cantores de la Abadía de Montserrat, en medio de sonoros aplausos y muestras de emoción.
Con anterioridad a la ceremonia, el Papa ha mantenido un encuentro "muy cordial" con los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, de doce minutos, en el que los monarcas han regalado a Benedicto XVI un facsímil del Código Áureo del siglo XI, que contiene una colección de los cuatro evangelios, y éste a les ha obsequiado con La historia de los Papas a través de las medallas pontificias del siglo XV al siglo XX.
250.000 asistentes
El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 250.000 las personas que han seguido la visita del papa Benedicto XVI por las calles de la capital catalana y en la Sagrada Familia.
Fuentes municipales informaron a Europa Press que esta cifra incluye el recorrido del Papamóvil, los fieles en el interior y exterior de la Sagrada Familia y en la Monumental de Barcelona.
De éstas 250.000 personas, 6.500 lo siguieron desde el interior del templo, cerca de 50.000 desde el exterior de la Sagrada Familia y unas 13.000 desde la plaza de toros Monumental.
Miles de católicos, enarbolando banderas del Vaticano y procedentes de toda España, han seguido el recorrido del Papa Benedicto XVI por las calles de Barcelona en su ida y venida a la Sagrada Família.
El recorrido apenas ha dado lugar a improvisaciones y a diferencia de Santiago de Compostela, donde el Pontífice se detuvo para bendecir a varios bebés, en esta ocasión el Papamóvil ha hecho el recorrido de un tirón e incluso el Pontífice no ha bajado la ventanilla del vehículo.
Manifestaciones contrarias
Colectivos de homosexuales, feministas y anarquistas contra la visita del Papa a la capital catalana, por la injerencia de la iglesia en las políticas sociales del país y contra su postura en temas como el aborto y el uso del preservativo.
La protesta del colectivo de mujeres antiPapa ha congregado a más de 200 personas en la plaza Universitat, que han lanzado consignas por la libertad sexual y proabortistas, y que ha proseguido hasta la confluencia de la Gran Via y el Passeig de Gràcia.
Allí, unos 500 activistas se han congregado para esperar el paso del Papamóvil por la calle Pau Claris, que discurre en paralelo, al que han lanzado gritos y abucheos a través de un férreo cordón policial.