Néstor Kirchner

El ex presidente Néstor Kirchner ha salido de la escena de la lucha cotidiana para entrar en la Historia. Ha cerrado un ciclo biográfico que se nutría constantemente con sus acciones, siempre intensas, siempre talentosas y siempre cargadas de una energía  inusual que sólo es patrimonio de los hombres que reúnen en grado sumo la vocación, la voluntad y la conciencia de su Destino. Como siempre sucede con las acciones de los Hombres que trascienden, en muchos casos generaron polémicas.

Pero esta no es la hora del balance ni del examen de su rica y extensa trayectoria, es la hora del dolor en cuyo núcleo central se encuentra su familia, sus amigos inmediatos y sus colaboradores personales y políticos más cercanos.

Es la hora del dolor  de sus conocidos, sus seguidores político  y el vasto número de argentinos que depositaba en él ,y el modelo que encarnaba, sus esperanzas en la construcción de una sociedad más justa. A todos ellos les hago presente mi solidaridad en este duro trance.

Y también la hora del dolor  de todos los argentinos con vocación democrática, más allá de toda diferencia. Se ha ido quien fuera el Presidente que supo reinstalar la defensa de los Derechos Humanos propiciando y generando las condiciones para terminar con los indultos a los genocidas y las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, acabar con la Corte Suprema degradada, de mayoría automática, nutriéndola de juristas intachables, derogar la “Ley Banelco”, enfrentar al ALCA y alinear a la Argentina con el resto de la Latinoamérica transformadora y progresista, condenar públicamente la degradación menemista entre otras muchas otras cosas que merecieron, y merecen nuestro apoyo y aplauso.

A quién supo proponer y realizar todo ello, nuestro profundo agradecimiento y nuestro homenaje.