"La partida se agotó". Con esta frase resumió Carlos Moya, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Simón Bolívar, la razón por la cual el comedor de esa casa de estudios desde hoy en la tarde ha cerrado sus puertas hasta nuevo aviso.
Moya destacó que el presupuesto con el que contaban para el servicio de transporte y comedor es de 24 millones de bolívares fuertes cuando en realidad la casa de estudios requiere 40 millones para cubrir los gastos.
Aseguró también que Edgardo Ramírez, ministro de Educación Universitaria, ha admitido que los estudiantes tienen razón, pero sigue sin dar soluciones concretas para resolver la situación. "El Presidente el día lunes aprobó un crédito adicional de 220 millones de bolívares fuertes pero no sabemos si algo de ese monto le corresponde a la universidad", sostuvo.
Con la paralización del comedor no descartan que, si no se otorga el monto requerido, también se suspenda el sistema de transporte para estudiantes. "Eso sería súper grave porque la universidad está ubicada en una zona de difícil acceso y es indispensable para nosotros contar con este servicio".
De esta manera los más de 5 mil estudiantes que disfrutan del servicio dentro del campus (tanto en la sede Sartenejas como en la sede Litoral) pierden este beneficio. Los estudiantes esperan que, en el transcurso de la noche, se pronuncie el ministro Ramírez para no prolongar la medida.