El nuevo Gobierno y el final de ETA
domingo 24 de octubre de 2010, 18:24h
¿Se desmarca definitivamente Batasuna de ETA y de la violencia? La cautela prevalece en el Gobierno, entre otras cosas para que Rajoy no se altere demasiado, pero el presidente Zapatero vuelve a creer en la apuesta de la izquierda abertzale por la vía política para Euskadi. Es más, PNV y Gobierno vasco también aguardan de Batasuna un desmarque explícito con respecto a ETA, cuyo final parece ahora posible. El dirigente nacionalista vasco Íñigo Urkullu, un político que conoce bien a ZP, porque lo trata de cerca --también en este tema, no solo en los presupuestos que ambos comparten--, arroja luz al respecto desde el diario El Correo cuando dice que Zapatero es consciente de que las circunstancias que se están dando hacen que pueda aprovechar este tiempo como una oportunidad para la paz. Eso sí, siempre y cuando quien tiene que dar los pasos, es decir, Batasuna, los dé. Así están las cosas, mientras Rubalcaba mantiene sus posiciones en público y pone deberes políticos a Jáuregui.
El final de ETA es siempre una prioridad pero ahora puede serlo un poco más. Dadas las negativas perspectivas económicas para 2011, la desaparición del terrorismo sería la gran baza que puede jugar el PSOE en su intento de darle la vuelta a las encuestas, la última de las cuales, publicada en el diario El Mundo, indica que el PP aventaja al PSOE en 12,6 puntos, incluso tras la crisis de Gobierno que tanto ánimo inyectó a los socialistas.
La prisa va por barrios. Batasuna tiene prisa por llegar a tiempo de las elecciones municipales y Zapatero tiene prisa por salvar al PSOE en 2012, aunque como reconoce el propio Jauregui de aquí a 2012 no será fácil que la desaparición de ETA sea definitiva; seguramente todo será más complejo, más difícil y más largo. De entrada, Zapatero y Rubalcaba se reunieron este fin de semana con el lehendakari y su consejero de Interior y, si bien constataron indicios de que ETA puede dar nuevos pasos para dejar la violencia, no revelaron cambios en las exigencias al entorno de la banda armada. A estas alturas, unos y otros tienen suficiente perspectiva de las cosas como para no equivocarse. Como dice también Urkullu, hay tres palabras que van a ir de la mano en este nuevo proceso: cautela, prudencia y determinación.